Educación por la Experiencia

Es el nombre de una Fundación y también de una fantástica iniciativa dedicada al cultivo de los valores, aquellos universales, que se basa precisamente en el diálogo, en ir extrayendo de las experiencias personales los conocimientos que irán haciendo del aprendizaje algo vital, vívido, que se queda en las mentes de niños, de adolescentes, de jóvenes.

La Educación por la Experiencia pone énfasis en la adquisición y el cultivo de hábitos saludables, mucho más fácil de adquirir en los primeros años de vida, lo que garantizará su permanencia a lo largo de la trayectoria de una persona.

Uno de los aspectos que tiene relevancia en los textos de Educación por la Experiencia, realizados por expertos de diversas regiones, es el tema ambiental, la preocupación por la preservación del agua, de la biodiversidad, de los hábitats, con énfasis en la protección de las especies en peligro de extinción.

Este sistema se dedica al fortalecimiento de las relaciones entre la familia, los amigos, los vecinos, para ir creando entornos saludables, en los que el cuidado de los unos beneficie a los otros, sea parte de un proceso de crecimiento continuo, tanto en lo personal como en lo colectivo y comunitario.

Esta iniciativa surge en la ciudad mexicana de Puebla, de la mano de Armando Prida, un visionario y emprendedor, con gran experiencia en la industria editorial, quien ahora quiere dejar un legado, una huella en la formación de las nuevas generaciones no solo de su país sino del mundo.

El poder disponer de material de calidad ya es un primer paso, la capacidad de entrenamiento a los profesores, la inclusión de los padres y madres de familia también es un aporte valioso de estrategia metodológica que es parte de la iniciativa que comentamos y que esperamos llegue al Ecuador para llenar un vacío que la educación en valores y educación ambiental tiene en el país.