Eduardo F. Naranjo C.
Actividad profesional protectora de libertad y por ende democracia, es balance en busca de verdad para las colectividades. Constituye el elemento de promoción democrática que mediante información sustentada en hechos y realidades ofrece visiones de verdad. El tiempo y las variables sociales y técnicas modificaron la actividad; la radio, la televisión y el intercambio electrónico de mensajes trastrocaron el objetivo.
En la sociedad liquida y la insurgencia del mensaje vaporoso abrió oportunidades a nuevos actores, contrastando con los viejos moldes donde el mensaje está condicionado a una sola visión de realidad .
Como periodista testigo del acelerado cambio y dedicado a buscar la objetividad más allá de mis apreciaciones, complace saber de periodistas jóvenes, hombres y mujeres, que ejercen bien la profesión, defienden los principios, manteniendo líneas de objetividad y ponderación, aceptando o criticando opiniones pero evitando embaucarse en el manipuleo político, contrastando hechos y dichos y sugiriendo enfoques diferentes a los repetitivos e intencionados medios tradicionales.
Cuando hace décadas obtuve en el exterior mi M.Sc. , comprendí que el único camino de la profesión es la verdad sin importar consecuencias. Por eso abandoné mi visión inicial dedicándome a divulgar ciencia y técnica, con el afán de por esta vía aportar ideas que pudiesen producir cambios modernizadores en nuestra sociedad, y descubrí que esos aspectos hoy cruciales poco importaban e importan a los agentes políticos porque al parecer no son “redituables”.
En línea digital vemos periodismo de calidad, valiente y honesto con buenos contenidos, que informa con precisión y sin temor, claro no todos, pero sumada la tendencia es un gran aporte y servicio a la comunidad, lo cual alienta porque la verdad es lo único que cohesiona sólidamente el accionar de un pueblo y puede contribuir a la construcción de país.