Central en mora

Eduardo F. Naranjo C.

La necesidad de un país honesto es una urgencia existencial. En la Universidad Central al parecer hay desconexión entre la alta jerarquía y los niveles subalternos, el nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Psicológicas lleva tiempo sin concluirse, estudiantes y profesores afectados reclaman un lugar adecuado para el aprendizaje y la enseñanza, lo hacen porque la obra está casi terminada pero necesita un contrato complementario para su finalización que está paralizada por más de dos años, quizá falta gestión en las áreas de Planeamiento y Financiera, unidades ejecutoras a las que Rector y Procurador ordenaron su conclusión.

Incomprensible que una organización de cultura y avanzada, que enseña derechos no resuelva esta urgente necesidad para la formación de los profesionales en psicología, al parecer en niveles inferiores no se cumplen disposiciones y a riesgo de que retrasos así pueden motivar la destitución.

Hechos similares ocurren en las estructuras burocráticas, donde la planilla no se paga a tiempo pese a disponerse los recursos, mostrando ineficiencia y desconexión entre autoridades y mandos medios, en una institución de gestión cultural es inaceptable situaciones como estas, afectan directamente a estudiantes, profesores y a la sociedad misma, creando inseguridad en proveedores, obreros y profesionales que prestan servicios al Estado.

Preocupante que ocurra en la querida Alma Mater, modelo de defensa de derechos y justicia, pero parece importar poco como muestra el caso, donde un círculo vicioso entre departamentos detiene obras evidenciando ineficiencia operativa.

Si queremos cambiar el país seamos ejemplares, más aun una entidad de prestigio y coherencia, con ideales de justicia y libertad es necesario observar este tipo de pendientes que afectan a estudiantes en formación, trabajadores, profesionales y contratistas que apuestan su capital ofreciendo servicios y oportunidades de trabajo.