‘Don Naza’ y el notario Cabrera

Siempre hubo ingenuos buscando dinero fácil y rápido. En países sin control, el negocio de triangulación y el llamado “esquema Ponzi” surgen en tiempo de crisis. No se olvida al notario Cabrera, personaje de Machala que atrajo a muchos (unos 30 mil clientes) que entregaron su dinero por insólitas ganancias.

Era 2005 cuando el notario José Cabrera Román manejó hasta $ 800 millones de dólares de muchos ahorradores (hasta altos funcionarios gubernamentales, de la función judicial, militares y policías). Su muerte, en insólitas circunstancias (combinando sitios de diversión nocturna, Viagra e infarto) provocó la ira popular, con personas asaltando las oficinas del extinto, con policías y militares a la cabeza.

“Don Naza”, como se conoce en Quevedo a Miguel Ángel Nazareno (militar aún en servicio activo), usó una compañía llamada Big Money (de venta de alimentos y línea blanca) para actividades no reguladas. Su historia recuerda el caso del notario Cabrera.  No será el único ni el último en esta práctica de estafar captando dinero sin verificar origen, con entrega de recibos con faltas ortográficas.  

 Aunque “el cuentero de Muisne” fue un personaje de la cultura popular (que vendió el reloj del Malecón de Guayaquil a incautos turistas), otros dedicados al cuento (no los que los escriben), han logrado fortunas con este esquema, denominado Ponzi (por un estafador italiano en EE. UU. de inicios del siglo XX que recaudó millones de dólares de inmigrantes que llegaban a ese país).

El esquema es sencillo: se ofrece y se cumple a los primeros depositantes con altos intereses y recompensas, motivando a otros inversionistas, formando pirámides en las que los primeros reciben lo acordado. Al crecer el sistema y no abastecer la demanda de nuevos inversionistas, los “engañabobos” desaparecen o mueren y el negocio termina, dejando a muchos sin dinero y desesperados. Dice León Roldós: “no debería sorprender que haya lavado de dinero, por lo fraudulento de la práctica”.

Con “Don Naza” hay gente de mediano y bajo ingreso, que depositó en Big Money millones de dólares, no de ahorro, sino de liquidez fugaz. Comerciantes, agricultores y otros que, tras la investigación de por la Fiscalía, temen perder su dinero. Por eso, en Quevedo y sus alrededores hay marchas de apoyo al personaje acusando a “la prensa corrupta” y ya hubo violencia, muerte y ajustes de cuentas. No extrañaría que el correísmo reclute a este “rey Midas” para buscar la alcaldía de la ciudad o la asamblea, aunque no asome la plata.