Divide y reinarás

La ley de reforma tributaria fue publicada en el Registro Oficial después de que la Asamblea no lograse archivar el proyecto el pasado viernes 26 de noviembre.

Un desenlace impredecible, que deja en claro cómo la política ecuatoriana nunca dejará de sorprendernos. La alquimia en la Asamblea acaba de tornarse ciencia, al unir ideologías opuestas.

Y a pesar de que ni UNES ni CREO quieran admitir que hubo un pacto, es evidente que tampoco podemos aceptar la teoría de que las abstenciones del bloque de RC hayan respondido a un pecado de ingenuidad.

A Guillermo Lasso y a sus asesores hay que reconocerles el mérito de haber logrado dividir a todos los bloques políticos y sociales del país; esta estrategia le está dando triunfos muy inesperados. De hecho, después de la votación hubo mucho desánimo y desilusión entre los seguidores de UNES y de Correa, quienes se sintieron traicionados por la postura de sus legisladores y de su líder, algo que jamás había pasado antes.

Cada vez cobra más fuerza la idea de que Lasso está madurando políticamente y volviéndose un líder mucho más astuto y fuerte de lo que se pensaba, pues ni siquiera la propia ID ha podido resistirse a la división; esta, además de ir perdiendo legisladores y credibilidad ante los ojos del país, tampoco ha logrado posicionarse como un aliado confiable del gobierno dentro de la Asamblea.

De PK ni hablar. No se halla y, a pesar de ser la segunda fuerza y contar con la presidencia del Legislativo no pudo posicionarse en su rol natural de líder de la oposición y ha caído en muchas contradicciones que a la larga se pagan.

Ni la CONAIE, hasta la fecha, sale inmune de este “virus creado en algún laboratorio de Carondelet” y que sigue, por un lado, dividiendo a sus adversarios y, por el otro, cosechando triunfos políticos.

Así que si bien es cierto que CREO es minoría dentro de la Asamblea, fuera de ella está haciendo las cosas muy bien, conversando cínicamente con todos aquellos actores políticos que le convengan con tal de conseguir sus objetivos políticos. A la vez, ha logrado una significativa fragmentación de la oposición, que hoy en día debe hacer muchos “mea culpa” por hacer que los ciudadanos sigan desconfiando de sus representantes que dieron paso a una ley que no nos beneficia para nada.