Después de la vacunación

Las encuestas nos dicen que la mayoría de la población mira con expectativas positivas el futuro, pese al escenario de crisis económica que enfrentamos, sin perder de vista la indignación diaria que nos produce la corrupción, la impunidad y la fragmentación social que se expresa en un individualismo cada vez más posicionado e insultante. Hace varios años no se había percibido un estado de ánimo tan bueno, ni siquiera en los tiempos de vacas gordas, pues la bonanza económica dilapidada se expresó en un exacerbado consumismo e indiferencia frente a la transgresión de las libertades de opinión, participación y asociación en el correísmo.

El reto no es sencillo, rápido ni automático para el Gobierno después de la vacunación. Al frente tiene un escenario de complejidades en todos los ámbitos y eso requerirá la definición de un segundo momento en cuanto a decisiones políticas y, sobre todo, económicas. Después de salir triunfante con la vacunación, Guillermo Lasso deberá replantear el mapa de aliados dentro de la Asamblea y la sociedad civil para empujar un conjunto de medidas que permitan reactivar la economía: empleo, estabilidad y satisfacción de necesidades. Esto no se conseguirá por buenas intenciones, sino con un proceso de negociación permanente, abierta, ética y con propuestas sólidas.

Tampoco se puede perder de vista el contexto preelectoral, porque los cálculos políticos de los partidos y los movimientos para hacerse de las alcaldías, prefecturas y juntas parroquiales determinarán el respaldo al Gobierno, además de que las lógicas, necesidades y aspiraciones locales son muy distintas en todo el país. La fragmentación es evidente. Contamos con más de 280 organizaciones políticas en un país de 17 millones. En ese torbellino, las alianzas contra natura son lo más usual en las ciudades, pues la historia nos dice que se impone el voto por las personas antes que sus planes de trabajo.

En esta vorágine, sin embargo, hay mínimos acuerdos que se podrían lograr, como el combate contra la desnutrición crónica infantil, la seguridad social, la educación y nuevas modalidades de empleo a tono con el mundo actual y sus exigencias.