Despacito pero rápido

La canción “Despacito” se baila rápido. Las decisiones gubernamentales deben ser tomadas con audacia, para que haya el cambio ofrecido. Bien por el “encuentro” propuesto por el Presidente Lasso; este saldrá del diálogo, pero no logrará que los que estén en desacuerdo ideológicamente le den “bola”. Es pérdida de tiempo. La izquierda radical y cierta socialdemocracia,  casi son “espías” para ver si fracasa, pues eso da réditos y es fácil convertirse en oposición pensando en su “futuro político”. Hay grupos que  “serruchan” con evidente fruición  a Piñera en Chile y  otros quisieran que a Biden le vaya mal para obtener sus réditos dizque populares.

Es obligación de los periodistas, de los analistas políticos,  estar en la oposición, de lo contrario buscar una función pública, donde solo hay que asentir. Pero también estar en oposición a la oposición. La crítica debería ser  sobre hechos probables o probados, directa y positiva. El Ecuador, por suerte, en unos meses se ha convertido en el “patito bello” de la región, guiado por un presidente liberal que, al momento,  tiene alta credibilidad. Debemos salir del subdesarrollo al progreso, en un mundo competitivo y práctico. No salir para entrar como puede suceder en Chile, ante el  festejo populista.

Mantener que hay que lograr dólares, mediante inversiones extranjeras y nacionales. Que nuestras fuentes son aumentar la extracción petrolera y la minería a gran escala, respetando el medio ambiente.  Hay enemigos de la industria extractora, quienes sin embargo olvidan que los pueblos  tienen necesidades inmediatas para su supervivencia.

Se ha sugerido mantener diálogo con las comunidades, con el pueblo, para saber qué   beneficios  aspiran a obtener del petróleo y de la minería. No ofrecerles escuelas, vías, hospitales, sino darles lo que razonablemente pidan  y les sea útil, respetando sus raíces y saberes. Con esos pueblos  debe darse el reencuentro. La gente quiere recibir lo que necesita.

De lograrse un consenso, las empresas invertirán. La Asamblea no se convertirá en oposición o de chantaje, los reclamos populares menguarán.