Degradación paulatina

Leo en algún periódico que el asunto más consultado, buscado, leído, visualizado por los ecuatorianos en los diferentes medios es la pornografía. Es posible que lo mismo suceda en el universo mundo. Esta circunstancia impondría una variedad de reflexiones muy pertinentes pero todas impregnadas de angustia. Me centraré en una sola. Recuerdo a ese enorme escritor llamado Chesterton, de los más agudos en la historia de las letras, poco querido por las izquierdas políticamente correctas por su catolicismo tenaz y su ironía aplastante. El escribió: “La pureza es el único ambiente en el que es posible la pasión”.

Habla de esa pasión romántica acaparadora, que abarca todo el ser, que no solo desea al bien amado con todas las fuerzas en la totalidad del hoy sino en la permanencia infinita de la eternidad.

El sexo como instinto de mera unión carnal existe en todos los animales y en ellos, en todos, es invencible; en cambio en el ser humano se vincula con la atracción espiritual y          emocional, por eso es compatible con la abstinencia temporal, con la espera y la voluntad de madurez. La pureza es una forma sublime de pasión. De manera alegórica lo expresa Saint-Exupéry en El Principito, cuando nos presenta a la Rosa que “no acababa de acicalarse para presentarse hermosa, escogía cuidadosamente sus colores, se vestía con lentitud… Su arreglo misterioso había durado muchos días.” Y El Principito se enamora de ella.

Cuando se busca el contacto entre sábanas antes que el vínculo afectivo se termina en el fracaso y en la imposibilidad crónica de salir de la tristeza de la humanidad animalizada, incapaz de elevarse. Pero como el ser humano es integral, ese rebajarse a lo material del vínculo con el otro sexo degrada poco a poco a toda la persona y, lo cual se constata cada día, a la sociedad entera.

Muchos males nos agobian como país, no solo los económicos, tratemos de que las nuevas generaciones redescubran el amor romántico, con una educación completa a la vida de amor que involucre a toda la persona, no solo profiláctica en el cuerpo.