¿Cuándo seremos un país de ciudades caminables?

Una ciudad caminable es una ciudad que permite a sus habitantes movilizarse a pie, contando con un transporte público eficiente, donde los ciudadanos puedan realizar gran parte de sus actividades sin utilizar un carro. Esto significa que no solo se requiere una infraestructura amistosa con el peatón, sino que además deben existir espacios de uso mixto que permitan una dinámica de convivencia entre lo residencial, lo laboral, lo comercial y lo público.

Hoy incluso se habla de “ciudades de 15 minutos”, en las que todo lo que se necesite para vivir y trabajar se encuentre en cada barrio, a 15 minutos a pie o en bicicleta. Estos modelos urbanos no solo disminuyen el congestionamiento vial y la contaminación ambiental, sino que generan ciudades vivas, con ciudadanos que no tienen la necesidad de aislarse ni en el carro, ni en residenciales cerrados; y por tanto, que verdaderamente se sienten parte de la ciudad, fomentando la interacción social, el sentido de comunidad, y el sentido de identidad.

Además, son muchos los factores que construyen ciudades caminables y que están directamente relacionados con una mejor calidad de vida: seguridad ciudadana, buena planificación urbana, naturaleza y espacios verdes, baja contaminación, entre otros. Por esto, una ciudad caminable también significa una mejor calidad de vida para sus habitantes, y hacia allá debemos apuntar: para vivir mejor necesitamos de mejores ciudades.

Las ciudades en las que vivimos finalmente son las que ponen las condiciones de vida, de crecimiento y de relacionamiento para todos nosotros; y esto hace que, además, el diseño urbano juegue un papel fundamental en nuestra salud física y mental. Busquemos y exijamos propuestas que nos acerquen a una transformación urbana que, en lugar de destrozar la ciudad en pequeños espacios solitarios, la integre y nos haga parte de ella.