Criterios

El planeta, gracias a las nuevas tecnologías, vive la “explosión de la información”, avance logrado por curiosidad y buena intención del conocimiento humano, mencionado hace 40 años por conferencistas en Ciespal y técnicas hoy utilizadas de diferente forma, que nos empujan a un futuro impredecible.

La información puede considerarse como la alta probabilidad de que un mensaje coincida con un hecho o acontecimiento; sin embargo, hay diferencia en la comunicación entre máquinas y la comunicación entre seres humanos, en este caso se introducen percepciones contaminadas por desconocimiento y emoción del  emisor y receptor, de allí que, en los últimos acontecimientos político-populares, las redes se hayan inundado con mensajes de todo color y calor.

Esta introducción nos lleva a pensar que el nivel educativo no fortalece mucho la formación con criterio, que es el “signo o la norma para discernir la verdad”. Es así como el escenario se llenó con mensajes de toda calaña, plenos de emociones negativas, pocas positivas, mostrando una sociedad nada madura.

Indudablemente la violencia de cualquier tipo es inaceptable, pero se debe entender los porqués, las raíces de los males y pensar para emitir mensajes constructivos, cosa que no se ve en quienes detentan el poder político o los que lo desean.

En los medios tradicionales no cambió nada, siguieron los mismos patrones de “información y opinión” de toda la vida, sugerencias de lo que está bien o mal según su punto de vista, no necesariamente lo que requiere la sociedad para corregir errores y cambiar rumbos de verdad, dentro del ámbito de verdadera democracia y libertad.

Personajes van y vienen en los medios masivos dando puntos de vista muy personales, pero poquísimos que valgan la pena tomar en cuenta. Así sigue nuestra sociedad con voceros que claramente representan intereses particulares y no los de la colectividad amplia, dispersa y amorfa.