Consensos Cusín

El bien común es una herencia social del siglo XVIII que se ha tornado importante hoy. Alcanzaremos la inmunidad de rebaño a fines del año por la vacunación del Covid, pero las cargas de corrupción, inequidad, déficit fiscal, el descalabro del seguro social, la desnutrición infantil, las cárceles tomadas por el narcotráfico son llagas que demandan acuerdos nacionales.

En Otavalo se reunieron 60 invitados en busca de estabilidad democrática que ayude a saltar el bache heredado de anteriores gobiernos. El diálogo se convierte en una varita mágica para la gobernabilidad y el desarrollo social y cultural. El deportista Jefferson Pérez alude a la activación de la sociedad civil para que promueva soluciones, y no sólo se active en redes sociales de forma individualista. El periodista José Hernández de 4pelagatos resalta el manejo fiscal equilibrado, sin importar su tamaño, que la visión social de mercado lo empequeñece.

Tenemos una constitución abundante en derechos de salud, educación, productividad, lo que requiere cobrar a los evasores de impuestos, recuperar el dinero robado, fundamentalmente en el correísmo y el morenismo, y promover una política distributiva e incluyente. La apertura a otros mercados se facilita con políticas públicas de inmersión en el comercio global, que permitan bajar el riesgo país y den alas a la inversión nacional y extranjera. Todavía estamos anclados a cubrir los recursos estatales con el petróleo y la minería. Es difícil en una sociedad de Tercer Mundo, pero siempre se debe pensar en energías alternativas para la protección en gran escala del medioambiente.

La presencia de la exministra de gobierno María Paula Romo refleja elitismo y desmemoria. Su destitución del anterior régimen estuvo ligada a la troncha de entrega de hospitales en nombre de la gobernabilidad. Faltó la invitación al periodista y asambleísta Fernando Villavicencio y a Christian Zurita, porque son baluartes simbólicos contra la corrupción en el caso denominado Sobornos 2012-2016. El diálogo no es una puerta de escape, sino una necesidad.

[email protected]

@mfaguirre2