Comando Sur

El Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM por las siglas en inglés de United States Southern Command) es la fuerza militar destinada a garantizar la “seguridad y luchar contra el narcotráfico y el crimen internacional”, viejos pretextos para mantener su poderosa presencia en esta parte del mundo. Uno de los objetivos actuales es aislar a Cuba, Nicaragua y propiciar el fin del gobierno de Maduro en Venezuela. Para mantener el control y la cercanía con las fuerzas armadas nacionales, suele organizar ejercicios militares con la participación de casi todos los países latinoamericanos.

El Comando Sur es “uno de los diez comandos de combate unificado pertenecientes al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Su jurisdicción comprende los países de América Latina, con excepción de México, que pertenece al Comando Norte. También, abarca los océanos Atlántico y Pacífico”. Tiene su sede en Miami, Florida.

El presidente Biden acaba de nominar, por primera vez en la historia, a la general Laura Richardson como Jefa del Comando Sur. Así se convierte en la única mujer en ocupar ese cargo, pero no por eso, se debilitará esa fuerza militar dominante, muy a pesar de quienes sostienen que la “elección es funcional a una visión más atractiva e inteligente de proyectar el poderío militar de Estados Unidos en la región”, y tampoco será menos belicista, pues ese Comando está integrado por más de 1.200 efectivos militares y civiles del Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Marines, la Guardia Costera, y varias agencias federales.

“Asistencia para la Seguridad”, y modernización de las fuerzas armadas latinoamericanas y caribeñas es uno de los objetivos. Además, considera insoportable la presencia de Rusia y China, y “peligrosos” los sistemas de Cuba, Nicaragua y Venezuela.