COE Nacional: sin seriedad ni credibilidad

Dos días y una solicitud del Presidente bastaron para que el análisis realizado, conforme a la información técnica disponible, por la Mesa Técnica liderada por el Ministerio de Salud, que sustentaba la recomendación del COE Nacional de que el partido de fútbol Ecuador vs. Brasil se jugara sin público, cambiara completamente.

Mientras, la situación epidemiológica sigue siendo preocupante. Si bien el número de casos positivos va disminuyendo, Quito es la ciudad con más contagios en el país, con 6 de cada 10 pruebas PCR positivas, una ocupación de camas hospitalarias destinadas a pacientes con COVID-19 de 84% y 73% de UCI, y una mortalidad en exceso que sigue en aumento. Estos datos no justifican el abrupto cambio del COE, especialmente si su objetivo es prevenir contagios, muertes y el colapso del sistema sanitario.

Aunque médicos y expertos epidemiólogos consideran que un partido sin aforo era la recomendación correcta, el problema va más allá de esta decisión. El principal problema es entender cómo está tomando decisiones el COE: ¿realmente las respalda con análisis técnicos? ¿Está evaluando seriamente los riesgos y beneficios de cada actividad que recomienda permitir o prohibir? Porque en el marco excepcional de la pandemia, y durante cualquier otra emergencia, el COE tiene un gran poder de influencia, que puede afectar potencialmente cientos de miles de vidas, e incluso a todo el país, y lo menos que se espera es que cumpla con su labor de mantenerse como un ente serio y técnico.

Hoy ya no estamos envueltos en la incertidumbre de los inicios de la pandemia, donde los errores en sus recomendaciones se podrían entender. Esto claramente no es un error, ni se justifica. Luego de este episodio, el COE Nacional pierde aún más credibilidad, demostrándonos que sus decisiones son tan frágiles que una solicitud populista puede más.