Ciberresiliencia

Por: Paco Moncayo Gallegos

Preocupa el desconocimiento de los políticos ecuatorianos sobre temas de seguridad. Sea por mala fe o por pereza mental, encerrados en viejos paradigmas ya superados de la Guerra Fría, confunden el sentido, contenido y razón de ser de la seguridad nacional como función principal del Estado, en su deber inexcusable de proteger a las personas, la sociedad, el ambiente natural y la democracia, con una simple forma de represión.

Víctimas de sus aberraciones y prejuicios en unos casos o de su ignorancia, en la mayoría de ellos, ocasionan daños que bien podrían y deberían evitar.
Abrumados por las noticias diarias de toneladas de drogas ilícitas capturadas, decenas de muertos en manos del sicariato, desafueros en los centros de rehabilitación, microtráfico en escuelas y colegios, entre otros males, se ha descuidado la protección del ciberespacio de ataques criminales, como el que ha paralizado los sistemas informáticos de la Alcaldía de Quito, ocasionando altas pérdidas económicas y graves perjuicios a la ciudadanía.

El tema de la ciberseguridad, como parte de la seguridad nacional, enfocada a la protección de los intereses nacionales en el ciberespacio, es asunto primordial para todos los Estados y organizaciones privadas. Tiene tres componentes: la Ciberresiliencia, la Ciberprotección y la Ciberdefensa. La primera es la más importante, pues se refiere a la prevención de ataques a las redes y sistemas informáticos, el mantenimiento de la operatividad en caso de estos presentarse y la restauración pronta de las funciones esenciales. La ciberseguridad es una responsabilidad de todos los niveles de gobierno, todas las funciones del Estado y la sociedad civil organizada, con la cooperación internacional.

La Comunidad de Madrid ha realizado un gran avance, que deberían observar los gobiernos autónomos descentralizados, con la creación de una Agencia de Ciberseguridad, responsable de gobernar y coordinar la seguridad de los sistemas de información y de las redes electrónicas de comunicaciones, privadas locales y del sector público; impulsar la capacitación en materia de ciberseguridad y, el desarrollo digital seguro de los ciudadanos y empresas.