Ciberataques y vacunas

El lado oscuro de la telemática ocurre en territorio de los sistemas informáticos y en la artillería pesada de los ciberdelitos. El secuestro de datos privados, manipulación de portales web y su utilización obscena no están exentos de polémica. Esto al elaborar proyectos desde ejercicios educativos hasta esas campañas complejas de vacunación contra la pandemia del coronavirus. Sin autorización de los afectados, vacunados o no; hay víctimas por la vulneración de información privada. Todos constamos en bases de datos del sistema público y corremos riesgo de extorsiones y chantajes. Incluso, se pueden afectar a las cadenas comerciales y corporaciones con ‘malware’ o códigos maliciosos y otros efectos de la filtración de datos almacenados.

Los ataques informáticos a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) paralizaron la atención a clientes y el desempeño del país. En teoría, se trata de un delito que involucra el pago de una recompensa y altas sumas de dinero. Los hackers desaparecen en la expansión del Internet y en la conexión masiva de electrodomésticos; pero se apoderan al final de los computadores. Esto hasta que aparezcan expertos cibernéticos que reducen el impacto y alojan la información en nubes de servidores alternos con protección externa.

Falta aún la declaración de actual Régimen y su Cancillería sobre temas de soberanía y derechos de privacidad antes de optar por seguridades internacionales. Recordemos el origen y paso del pirata Julian Assange por nuestra embajada en Londres y esos ‘soldados informáticos’ de la ‘revolución ciudadana’ del correísmo. Aquella ‘denegación de acceso’ a los portales web de periodistas y políticos y los programas troyanos ocultos en las tinieblas de robots, hackers y los terroristas del siglo XXI.

El Ministerio de Salud confirmó que se publicaron datos confidenciales de más de 1,5 millones de ciudadanos en la cuenta ‘Tableau Public’. Un software donde aparecieron 21 infografías interactivas sobre el covid 19: desde el historial clínico de pacientes, direcciones, hasta diagnósticos médicos. La pérdida de control sobre las pruebas de ingreso a las universidades o la manipulación de finanzas públicas serían aún más críticos. De ahí la importancia de renovar el Estado y vacunar la inteligencia informática.

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