Candidatos capacitados

Cuando se acerca un proceso electoral es indispensable que los partidos y movimientos políticos ubiquen personas capaces, que reúnan requisitos, actitudes y aptitudes, que sean conocedoras del sistema político nacional y las diferentes instancias del poder al que pretenden representar; así, evitarán hacer papelones con personas impreparadas que desconocen leyes, normas, reglamentos y más instancias administrativas a las que pretenden llegar.

La actitud es fundamental para que un candidato supere con éxito una prueba de selección. No solo se deben buscar personas con buenos expedientes académicos, sino con excelentes habilidades, que sepan reaccionar ante situaciones difíciles e incómodas antes de tomar decisiones, que tengan la capacidad de trabajar en equipo con personas de otras ideologías. Una actitud positiva, sincera y entusiasta permitirá legislar sin preocupaciones y sin temor a tomar decisiones; establecer objetivos claros, saber llevar a cabo proyectos viables y eficientes.

Renunciar al ego personal, a cambio del bienestar de la población, es fundamental. Los intereses del país están sobre los personales. Con valores y competencias claras, sabiendo escuchar con respeto todas las opiniones, permitirá construir soluciones para la mayoría de la población. Tener una buena actitud para aprender estimula la capacidad de superación. Es importante tener la apertura necesaria para solucionar conflictos y no profundizarlos. Nadie sabe hacer todo, pero está en capacidad de escoger un equipo de trabajo honesto y responsable que produzca resultados y que no cree conflictos. La honestidad y dignidad de las personas están sobre cualquier cambio o situación nueva y compleja.

El trabajo requiere de tiempo y dedicación, no de ver problemas insuperables ni de sacar ventajas personales. Ser emprendedor, tener la capacidad de avanzar con autonomía, prestigio, innovación y proponer nuevas formas de hacer las cosas son condiciones valoradas. Los candidatos deben tener capacidad de análisis, entender los problemas, sus causas y consecuencias, para resolverlos. Todo funcionario debe saber comunicar a tiempo los problemas y evitar cualquier acto de corrupción.