Campeón desde el valle del maíz

A nadie sorprende que Independiente del Valle sea campeón del Campeonato de Fútbol en nuestro país. Es un equipo que ha venido trabajando constante y denodadamente en su proyecto institucional; es decir, importa más la visión del equipo que el Técnico; claro que el estratega es importante, pero también el proyecto de equipo que se quiere tener.

Con una escuela formativa, con compromiso de los jugadores y con incentivos a las familias, que no solo es tema económico, sino cultural y de vida, esta organización deportiva ha logrado mantener un estándar alto en sus participaciones durante los últimos cinco años, lo cual no es menos importante, pues no solo tiene que ver con resultados futbolísticos, sino concepción de empresa y organización sólida.

En la tierra del hornado, Sangolquí, son los ídolos, no solo por los logros, que hacen que muchos se cambien de camiseta, sino por la presencia con sus escuelas de fútbol, con la vinculación que tiene la organización con su territorio, pues nada más cercano a la gente, que tomarla en cuenta para que apoyen al equipo, para que crezcan con él y que festejen, también.

El hornado de Sangolquí es único y su “agrio” es fenomenal. Así tiene que ser un equipo de fútbol, único y fenomenal, como lo está logrando Independiente del Valle. Yo soy hincha de otro equipo, pero reconozco que el fútbol gana mucho cuando podemos reconocer los triunfos de los demás y aprender de ellos, así como cuando cocinamos y aprendemos de los que saben.

En todo el Valle de los Chillos, se escucha la barra del Independiente, los chicos y las chicas se calzan los zapatos de fútbol con el sello del equipo, se ponen las camisetas y van a las canchas para aprender de sus ídolos.

Lo que representa Independiente del Valle es una nueva forma de concebir el fútbol: inclusivo, de educación, motor de desarrollo, y no solamente un espectáculo que da mucho dinero, como lo ve la dirigencia vieja y caduca.

Felicitaciones al equipo del valle del maíz. Que siga cosechando éxitos en la forma de cambiar la estructura del fútbol ecuatoriano.