Bombardeando el futuro

Por: Fabián Cueva Jiménez

Creo en la veracidad: casas y edificios en llamas, carreteras y calles destruidas, vehículos quemados, gente tratando de salir sin destino, evacuación de niños en brazos, asilos repletos, cadáveres enfundados, rostros con ansiedad y hambre. Todo, en un solo acto, lo califico como delitos de lesa humanidad porque no sólo se trata de una acción violenta sino de interrupción de procesos vitales, incluida la educación.

No deben ser montajes ni informaciones sesgadas. En Kiev, el ejército ruso destruyó 200 escuelas. Niños con sus mochilas llegaron a guarderías improvisadas o refugios antiaéreos, mientras en Moscú los infantes escuchan: “La invasión a Ucrania es por la rusofobia, el peligro de la guerra nuclear, evitar el exterminio y la esclavitud”.

Lo cierto es que más de 7 millones de niños ucranianos están en riesgo. Muchos ya están en países de Europa y América. Dejaron sus estudios y algunos que se resisten continúan virtualmente.

Se quemaron libros o, lo que es lo mismo, bombardearon el presente y el futuro, olvidando que la mayor perturbación que puede tener un pueblo es la ignorancia. Están destruyendo una generación.

Roberto Vivo, escritor uruguayo en El crimen de la guerra dice que para evitarla hay que acudir a la educación y: “Si la guerra nace en las mentes de los hombres, es en las mentes de los hombres en donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

Familias y maestros debemos enseñar: respeto a la vida, promoción de derechos humanos, principios de soberanía, libertad, justicia, tolerancia, cuidado al medio ambiente, transparencia. Todo es Cultura de la Paz y viene de ilustres pedagogos: Decroly, Montessori, Freinet, recogida por organismos internacionales con sugerencias de temas y tareas concretas, con poca acogida en nuestro país.

Deberían aparecer mensajes en las aulas y públicamente para la gente sobre tema de la guerra actual, desde la primera educadora, la ministra, tomando como referentes las palabras del turco Mustafá Kemal, militar de alta cumbre primero y estadista presidente después: “La paz en la patria es la paz en el mundo”.

No bombardear el presente es crear y construir la paz futura.