Biolaboratorios

Rodrigo Santillán Peralbo

Las superpotencias Rusia y China denunciaron ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la existencia de 60 laboratorios biológicos que cuentan con el aval financiero del Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono), ubicados a lo largo de sus fronteras, con la suficiente capacidad para desarrollar todo tipo de armas químicas y biológicas, para ser usadas en una guerra, situación que se constituye en un real peligro para toda la humanidad.

El mundo conoce de las ambiciones de dominación mundial de Estados Unidos que, de manera reiterada, lo ha demostrado en más de una ocasión. Concluida la II Guerra Mundial ha desatado guerras en Asia, Medio Oriente, África y América Latina. Siempre ha desarrollado su capacidad militar hasta convertirse en una gran potencia que, sin embargo, ha sido derrotada en Vietnam y en África. Ahora, en sus biolaboratorios, pueden desarrollar toda clase de virus y bacterias.

Existen investigadores científicos que han expresado que el coronavirus -Covid19- podría haber salido, accidentalmente, de un biolaboratorio estadounidense, ubicado en las cercanías de la frontera China, desde donde habría sido transportado por aves migratorias y/o murciélagos. Las consecuencias de la pandemia, las padece la humanidad.

Se informó que, con el apoyo de datos de la Cancillería china, el jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica rusas, declaró que Washington controla al menos 336 laboratorios fuera de su territorio nacional, dirigidos a desarrollar patógenos transmisibles, prácticas que han sido condenadas por declaraciones y tratados en la Convención de la Haya. Las armas químicas y biológicas pueden tener consecuencias graves e irreversibles para el ser humano y la naturaleza.