Bienvenido 2022

Rodrigo Contero Peñafiel
Rodrigo Contero Peñafiel

Siempre nuestros pasos dejan huella. Se puede trascender en la vida por las acciones buenas y malas, por ser agradable o insoportable, por ayudar o por entorpecer la vida de los demás, por inteligentes o insensibles. Recordemos el año que pasó y ubiquémonos en el lugar que claramente nos corresponde, nadie olvida las buenas o malas acciones. Los intrascendentes olvidan muy fácilmente el paso del tiempo y no dejan huella, no aportan, no alegran, pero dejan conflictos.

Evaluemos nuestra vida y recibamos el nuevo año con todas las cosas positivas que podemos hacer, recordemos los buenos ejemplos recibidos y pongámoslos en práctica, busquemos la mejor forma de trascender. Todos podemos llenarnos de buenas acciones y, de ser posible, modificar el rumbo de nuestras vidas haciendo los cambios precisos. Todo depende de las actitudes que cada persona lleva dentro, en favor de la armonía, el amor y la paz.

Trascienden positivamente las personas que viven honestamente y pueden grabar sus acciones en todos quienes les rodean, que saben sortear las adversidades, que vencen los obstáculos día a día. Hay que hacer que las acciones se conviertan en un ejemplo para los demás y no en un mal recuerdo. Los momentos vividos se hacen historias que quedan grabadas en la mente de quienes nos conocen, puesto que al ser practicadas dejan huellas positivas.

La vida de todas las personas es como una película que se graba en la mente y el corazón de la gente con quien interactuamos; el recuerdo de las cosas positivas es la mejor manera de trascender. La presencia de cada uno de nosotros puede cambiar vidas. Trasciende quien deja referencias positivas al hablar y al actuar, quien es prudente en sus comentarios y hace sentir importantes a los demás. Todos deseamos sentirnos respetados y reconocidos, es decir, sentirnos valorados.

Comparte lo que puedas sin egoísmo; todos tenemos altas y bajas en nuestra vida. La humildad es la eterna compañera de todos nosotros. Aceptémonos como somos y que los demás nos acepten, admitamos los cambios con la esperanza de un mañana mejor, sin dejar de expresar nuestra pena por el infortunio. A las personas se las recuerda a través del tiempo.