¿Autosabotaje al IESS?

Hace rato el Gobierno está empeñado en un experimento que pretende  medir la paciencia y capacidad de aguante que los ciudadanos tenemos con respecto a muchas instituciones que, bajo el actual régimen, han dejado de funcionar.

Una de estas instituciones es el IESS,  que vive hace rato una crónica falta de medicamentos, además de muchos otros problemas —por ejemplo, la suspensión temporal del call center para poder agendar citas o inclusive la inevitable declaratoria de emergencia de todos sus hospitales—. El día de ayer, en el Hospital del IESS Quito Sur, se produjo la enésima demostración de cinismo o mejor dicho de “tortura estatal” hacia los ciudadanos, que formaron una cola de varias cuadras para poder ser atendidos.

A estas alturas, podemos aconsejarle al Gobierno que concluya ya con el experimento, pues nuestra paciencia ya ha culminado.

Al Gobierno le urge un baño de humildad y aceptar que la gente no es tonta; así, podría llegar a sospechar que tanto empeño para que el IESS no funcione puede deberse a una estrategia que busca que nos hartemos de este importante servicio estatal.

De hecho, ya no hay como justificar o peor explicar  tanta improvisación y abandono estatal a costa de las más importantes instituciones del país. Los administradores son incapaces y deben ser removidos, a menos que todo responda a un plan mucho más articulado.

No podemos seguir así. Hace rato se necesitan respuestas por parte del mismo Lasso, quien parece estar más interesado en seguir sin incidir positivamente en la vida de los ecuatorianos que en resolver los problemas más urgentes.

Por esto, el abandono del IESS es visto con preocupación. Se empieza a dudar de todo lo que se hace y se hará con esta institución, que por lo pronto ve como otra estrategia, la de la externalización de las farmacias, podría revelarse otro paso hacia el desentendimiento del Gobierno con los afiliados.

El actual Gobierno también pensó, en su momento, en algunas reformas, que contemplaban desde el aumento de edad para jubilarse hasta los incrementos en el aporte mensual al IESS. Muchos estaremos muy preocupados por lo que quieran hacer  con dicha institución, que resulta ser  el principal “financista ” del Estado.