Asamblea de a perro

Alfonso Espín Mosquera

Hemos dicho varias veces que el gobierno de  Guillermo Lasso ha estado cubierto de ineptitudes y de defectos, relacionados con una falta de pantalones, para  disolver una Asamblea que no le ha dejado gobernar y que ha demostrado, a la saciedad, su ineficiencia frente a las necesidades de quienes los eligieron, al punto de gozar con un porcentaje vergonzoso de aceptación popular que no llega ni al 5%, la misma Asamblea que pretende destituir al primer mandatario.

No se debe confundir a la ciudadanía tratando de hacerse pasar como ‘salvadores de la Patria’, hablándole de la inseguridad, del desempleo que campean hoy por hoy en el país, como la causa de destitución del presidente de la República. La Corte Constitucional fue muy clara cuando indicó que se juzgue al primer mandatario por peculado y es en esa figura sobre la que hay que probar las incorrecciones del enjuiciado; pero, es fundamental entender de qué se trata el peculado, como para ser una causal de juicio político y de una posible destitución del presidente y si efectivamente Lasso incurrió en ese delito.

El peculado implica la malversación de fondos públicos para beneficio propio o de terceros y en este caso particular, se trata de vincular a Guillermo Lasso con este delito por un contrato renovado automáticamente en su administración, pero firmado en tiempos correístas y que venía causando graves perjuicios al Estado ecuatoriano, pero hasta el momento no se han exhibido pruebas que vinculen a Lasso con el cometimiento de este delito.

Decir que la causal de juicio político son los problemas de salud, educación, desempleo e inseguridad es engañar a la ciudadanía, más bien hay que pensar que esa deleznable Asamblea Nacional que no nos representa a los ecuatorianos, lo que está tratando es de forzar unas elecciones anticipadas para ver cómo recuperan el poder que lo perdieron justamente con el advenimiento de Guillermo Lasso.

Las voces que se levantan para una muerte cruzada por parte de los asambleístas y politiqueros, entusiasmados en esconder cuanta podredumbre y regresar a como dé lugar a su líder, prófugo en Bélgica, cosa que no será tan sencilla, pero que estará en los planes de estas actuaciones legislativas, pretenden justamente la desestabilización del país. De hecho el movimiento Alianza País ha emitido dos comunicados indicando que al margen del juicio político se active la muerte cruzada, lo mismo ha hecho el ex presidente Correa, en una especie de acorralamiento al presidente de la República, para anticipar las elecciones, en esa ansia de buscar cooptar el poder y retornar a sus festines sabatinos, que tanto daño nos han hecho.

Esta ha sido, con seguridad, una de las asambleas más mediocres y perversas de la historia nacional. Un parlamento dedicado a declarar el día del bizcocho, del mazapán, del perro, pero incapaz de dictar leyes urgentes como las de extinción de dominio, y que no ha dado trámite, por ejemplo, a las reformas parciales relacionadas con la complementariedad de las Fuerzas Armadas con la Policía Nacional, en fin, enlodada con problemas de corrupción, de diezmos; pero eso sí lista por cualquier medio a defenestrar al Presidente detrás de sus intereses mezquinos.

Ojalá el presidente Lasso, armándose de valor, desnude a tantos ‘padres de la patria’ y pruebe sus vínculos con los infames hilos de la corrupción y el narcotráfico.