Antonio Ricaurte
Donald Trump regresa a la Casa Blanca. Ha sido atacado por los medios de comunicación más importantes de EE.UU. y del mundo, criticado por la mayoría de los artistas de Hollywood y cantantes famosos. A pesar de enfrentar juicios y sentencias, incluso con el riesgo de ir a la cárcel, gana las elecciones con grupos feministas, Lgbtiq+ y ambientalistas en su contra de forma radical.
- Donald Trump es un espectáculo. Siempre lo fue: un empresario polémico, protagonista de reality shows. Divierte, entretiene, nunca aburre.
- Para sus votantes, es un ser humano común y corriente, con aciertos, errores, triunfos, fracasos, problemas, equivocaciones, éxitos, quiebras, matrimonios y divorcios. Enfrenta problemas y juicios; es decir, es un ser humano común y corriente. No es el típico político hipócrita que se pone una máscara para actuar y que esconde su vida privada.
- Enfrenta una avalancha de juicios que, en lugar de afectarlo, lo han convertido en mártir y perseguido a los ojos de la gente:
- Caso de documentos clasificados: Se le acusa de haberse llevado documentos clasificados de la Casa Blanca.
- Pago a una estrella de cine para adultos: Se le acusa de haber pagado dinero para silenciar a una estrella de cine para adultos, con quien habría tenido una relación. En este caso fue declarado culpable y espera sentencia; podría ir a la cárcel.
- Caso de interferencia en las elecciones: Está relacionado con la toma del Capitolio.
- Caso de interferencia electoral en el condado de Fulton, Georgia.
- Millonarios pagos por procesos civiles y fianzas.
- Cuando Trump fue fichado por la Policía, utilizó esa foto para hacer vasos, camisetas y otros productos, logrando recaudar millones de dólares. Es un personaje que sabe aprovechar las tormentas y sacarles beneficio. El balazo que recibió en un acto de campaña es otro ejemplo de esto: se convirtió en un meme que tomó vida propia y le dio la vuelta al mundo.
- Los seres humanos modernos odian a los políticos y a quienes consideran poderosos. Donald Trump es el antipolítico. Es una figura diferente, además de ser atacado y victimizado por los poderosos: artistas de Hollywood, grandes medios de comunicación y cantantes famosos. Es rechazado por grupos Lgbtiq+, feministas y ambientalistas que, más allá de sus legítimas reivindicaciones sociales, han provocado radicalismos rechazados por la sociedad.
- Trump sabe crear imágenes. Su corbata roja y su gorra roja son símbolos poderosos. Al verlos, la gente sabe que se trata de Trump.
- El mundo cambió, la política cambió. Estamos viviendo una realidad distinta en la que las imágenes son lo fundamental. El 75% son imágenes; lo que se diga —planes de gobierno, cifras, etc.— casi no existe. Los políticos tradicionales han desaparecido; el votante actual quiere seres humanos de carne y hueso, no políticos hipócritas que actúan como robots que nunca se equivocan. La gente desconfía y rechaza a los poderosos, y si los poderosos atacan a un candidato, lo victimizan y le hacen un favor.
- Hoy, Donald Trump vuelve a la Casa Blanca, demostrando que los conceptos de la política tradicional ya no existen. Demuestra que la opinión de los grandes medios de comunicación, analistas, políticos y demás actores de los círculos de poder ya no influye en las decisiones de los votantes.