Alcaldía, jueces y moral…

En cualquier ámbito, público o privado “cuidar el puesto”, sobre los principios, la ética y la honra personal, muestra a las claras la poca calidad humana y moral de las personas.

En los políticos jamás debería ocurrir esto y peor aún entre los jueces, porque ellos deben ser la fuerza motivadora que inspira seguridad y equilibrio en el diario vivir, luego no es entendible cómo varios administradores de justicia, desde la cabeza en Consejo de la Judicatura, por ejemplo, no sean consecuentes con sus principios.

Buscar las “leguleyadas” para justificar sus acciones es muy peligroso y temerario. Recuerdo al juez que condenó a Diario El Universo en la épocas “rafaelinas”, a través de una sentencia que recibió en un pen drive y hoy sigue campante, más bien mejoró su estatus al de un juez titular, como galardón del correismo; pero ¿qué pasará cuando la Corte Interamericana sentencie al país y obligue a indemnizar a los perjudicados?¿Qué dirá?

Seguro que sí hay jueces idóneos y éticos, quienes ante tanta atrocidad se sentirán menoscabados en sus actuaciones, pero esperemos que prime en ellos, más allá del profesionalismo, la honra y el buen nombre para administrar justicia.

Esto de Yunda, que con grillete y todo sigue en la contienda por la alcaldía municipal, es indignante. Por su propio honor y solamente ante las denuncias en contra de su cuestionado hijo, debió dar un paso al costado para aclarar las sombras; pero también debe llevar al municipio y, sobre todo, a sus concejales a examinar su vida frente al propio quehacer metropolitano, pues ahí hay algunos que van años de años sin mayor oficio ni beneficio para la ciudad. El mismo alcalde Guarderas, que llegó por el distrito Sur, siendo  originario y habiendo habitado siempre al Norte y que además lo hizo en la compañía,  como uña y carne de Yunda, debe meditar.

La capital no merece estos avatares. Llegar a donde hemos llegado en la Alcaldía es la consecuencia de una administración de justicia infamantemente inconsecuente. Cabe preguntarse qué pasa con ciertos jueces: ¿son ignorantes o son corruptos? Buscar las triquiñuelas legales, las tinterilladas para favorecer  o perjudicar siempre será execrable.

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