22 meses

Italo Sotomayor Medina

Italo Sotomayor Medina.

El presidente Lasso tiene 22 meses en el poder y no recuerdo un solo momento de su período en el que no haya tenido una emergencia que resolver. Desde el éxito de su plan de vacunación, muy difícilmente se encontrará algún otro acierto por el que deba ser recordado. Estando casi a la mitad de su mandato, las crisis no le han sido escasas, sin embargo, continúa demostrando ineficiencia e inexperiencia en su gestión. Los cambios en su gabinete no terminan de dar resultados, mientras sigue buscando un operador político que le permita maniobrar el intenso oleaje al que se encuentra sometido a diario.

Lo del presidente es un fenómeno extraño. En política, más que en cualquier otro espacio cotidiano, es difícil agradarle a todo el mundo, pero Lasso ha demostrado que no goza de la simpatía de los políticos, funcionarios y dirigentes actuales. ¿No me cree? Vaya y pregunte qué opinan Iza y sus acólitos de las mesas de diálogo y la relación estatal con el FMI. Siga preguntando en la Asamblea Nacional cuántos votos existen actualmente para, cuando eventualmente se someta a consideración del Pleno, destituir al presidente. Todo esto sumado al cuestionamiento ciudadano que reprueba su gestión en el control de la delincuencia y el crimen organizado.

Se discute poco, pero estamos viviendo, una nueva ola migratoria de ecuatorianos al exterior. Las causas, en gran medida, son las mismas de quienes se fueron a finales del siglo pasado, pero también, pesa la inseguridad y la incertidumbre de un país que está de rodillas frente al narcotráfico. Este nuevo proceso migratorio, que continúa sucediendo a diario, pero en silencio, parecería no ser advertido por el gobierno. Que cientos de miles de ecuatorianos crucen el Darién, exponiendo sus vidas, tan solo nos dice que en este país la gente quiere huir y salir corriendo, frente a un Estado que los empobrece y no los protege. ¿Hará algo el presidente para rectificar?

@ItaloSotomayor
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