Con esta consigna inicia un libro que plasma la vida de cien mujeres de la provincia, sus historias demuestran que no tenemos limites, que no hay propósito o trabajo que no podamos realizar, es el motor de nuestra intuición, corazón y valor que nos empuja siempre a más.
Me conmueve la diversidad de edades de tantas valientes mujeres, no nos diferencia la educación, religión o pensamiento político. Cien mujeres son un ejército de que da todo de si, cantan fuerte y son parte de todas las mujeres que siempre gritan “nos queremos vivas”, en el accionar manda el desinteresado deseo de trabajo por los demás, así como los ríos no beben su propia agua. Cada propósito es por cambiar o aportar al presente con la visión puesta en el futuro de nuestra tierra.
Sin duda son muchas más de cien mujeres quienes han contribuido desde su espacio por la prosperidad de provincia, pero este pequeño ejercito que se plasmará en un libro es un ejemplo de la esencia de las inspiraciones, retos, luchas de todas, nos recuerda que somos más valientes y valiosas de lo que pensamos o de cómo nos podemos sentir.
Y esto no podría plasmarse sin la voluntad de grandes mujeres visionarias como Gladys Vega y Gloria Narváez. Su amistad sincera es una hermandad que hoy nos permite avizorar uno de sus grandes sueños que es visibilizar la historia de mujeres nuestra provincia. A más de todos sus valiosos legados de lucha individual y colectiva, Gladys y Gloria, nos enseñan en vivencia la verdadera sororidad. En eco de este ejercito de cien mujeres les hacemos llegar toda nuestra gratitud y admiración, son ejemplo y muchas seguimos sus pasos de revolución.