El 27 de marzo recordábamos una fecha importante en nuestro Cantón cuando se posesionaba el Primer Jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos de 1954, Institución de servicio y más aún con el propósito de salvar vidas no solo de incendios sino también precautelar la vida de los ciudadanos que es la misión de esta noble Institución, esperando siga en ese camino y no se deje atrapar por los intereses politiqueros porque ahora pertenece a la Municipalidad.
Para 1971 se dictaba la Ley de Régimen Municipal para regular las competencias y trabajo del Cabildo Municipal y en su articulado se lee claramente que es el servicio comunitario y el bien común sus objetivos primordiales en procura de dotar los servicios básicos a los vecinos de un Cantón.
Claramente se determina que los Concejales son representantes de la comunidad personas de acrisolada honradez buena fama y prestigio a quienes la comunidad les debía respeto y consideración de allí que se denominó Ilustre Concejo Municipal, ilustres señores Concejales, había que proponerles y buscarlos para que ocupen esa función, ciudadanos que eran ejemplo para las generaciones futuras, que no ganaban sueldo y de las dietas que no les alcanzaba ni para los pasajes para hacer gestiones buscaban siempre el bienestar común de sus pobladores.
Para 1978 se jerarquizan algunos Municipios y se convierten en Alcaldías en donde ya prima otros intereses.
Actualmente se ha convertido en “modus vivendi” de algunos que tratan de llegar y en algunos casos llegan y les cambia la vida, buscan contratos, comisiones, dádivas, lo de ilustres lo botaron al tacho de la basura para convertirse en negociadores y servirse de la cosa pública con la complicidad de quienes los eligen. Son funcionarios de elección, y con derecho a todos los beneficios laborales; lo que me indigna y molesta es que “agenda atención” hay que pedir cita para para ser atendidos.