El fin de año apunta a ser uno de los momentos más duros de 2024. Se proyecta una caída del consumo hasta del 7%, en lo que debería ser la mejor época del año. Además, se registraría un déficit fiscal de $5.055 millones, el más alto desde 2017, a excepción del año de pandemia.
A 11 semanas del fin de 2024 es importante buscar alternativas para elevar el consumo y sostener el hambre. El presidente Daniel Noboa puede reducir el IVA del 15% al 13% en semanas específicas, incluso a 8% en feriados o fines de semana. Los gremios productivos, comerciales e industrias pueden hacer mejor promoción, ofertas y descuentos.
Las ferias también son una salida y los gobiernos locales deben brindar espacios seguros para los emprendedores. El Municipio de la capital ya se prepara para las fiestas de Quito que iniciarán a fines de noviembre, incluso si persisten los apagones.
La disrupción que causarán los cambios tecnológicos y económicos en el mundo, golpeará con especial fuerza a países como Ecuador. Las autoridades deben tomarlo en serio y planificar sistemas de contención, así como ayudar a la reeducación y reentrenamiento de sus poblaciones. Lo propio deberá hacer la academia. Zonas francas, inversión para el desarrollo de sistemas y servicios con inteligencia artificial, incentivos para la innovación y seguridad jurídica que no espante a la inversión privada.
Mientras el Estado y sus poderes se ahogan en interminables distracciones, los gobiernos locales pierden una gran oportunidad de trabajar por sus habitantes e, incluso, asegurar su lealtad para las elecciones de 2027.
La crisis está advertida; en conjunto, se podrían paliar algunos de sus efectos.