El sector turístico ha estado abandonado desde antes de la pandemia

PROTESTAS. Empresarios y trabajadores del sector turístico salieron a las calles durante 2020.

Desde hace 14 años, cada nuevo Ministro de Turismo le apuesta a algo ‘diferente’ y la marca país se ha cambiado a cada rato. El aporte de la actividad se estancó antes de la actual crisis.

En 2020, la pandemia devastó al sector turístico. Según la última actualización oficial, las pérdidas en ventas ascendieron a $2.529 millones y la recaudación del impuesto se desplomó a menos de $200 millones.

Sin embargo, el abandono y estancamiento del sector, a pesar de los discursos sobre su importancia, son una constante durante los últimos años. Así, por ejemplo, de 2015 a 2020, su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) apenas subió del 2% al 2,2% y la llegada de visitantes no ha podido superar el promedio de 1,5 millones anuales.

Abandonados por el Estado

Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, explicó que todo lo que se ha podido lograr es gracias al esfuerzo privado, porque no hay políticas públicas, no hay políticas de Estado, sino que todo cambia con la llegada de un nuevo Ministro.

Si las cosas no se hacen bien, el sector turístico volvería a los niveles de 2019 recién en 2026. “Por ejemplo, llega el ministro Vinicio Alvarado y apuesta por Brasil; luego viene Fernando Alvarado y se juega por el surf; llegan Ponce de León y Rosi Prado y apuestan por Pueblos Mágicos y la Feria de Turismo, pero sin presupuestos suficientes y metas claras”, acotó.

Según Muñeton, si se hubieran hecho las cosas bien, los ingresos podrían haberse duplicado o triplicado sin problemas, en condiciones normales. “El Ecuador es un buen producto que se ha tenido que vender solo, sin apoyo”.

Improvisación y promoción a la deriva

Niels Olsen, empresario turístico, analizó que en los últimos 14 años se ha cambiado, en medio de la improvisación y el desorden, cinco veces la marca país. El resultado es que no tenemos estrategias claras de promoción y ni los mismos ecuatorianos sabemos cómo nos identifican en el exterior, lo que no sucede en vecinos como Perú.

Actualmente la ocupación hotelera es de entre el 15% y 22%, en Quito; y, del 45% en Guayaquil. Además, cuestionó la poca claridad e ineficiencia en el manejo de los recursos recaudados para el sector. “Ecuador invirtió $1,8 millones en promoción a pesar de haber recibido $65 millones por impuesto ecodelta, 1×1000 y Ecuador Potencia Turística. El 80% del presupuesto se fue en gastos corrientes (sueldos, etc.)”.

Otro punto en contra es la inseguridad jurídica, la cual se visibiliza, entre otros temas, en que la Ley orgánica de Turismo sigue en la Asamblea desde el 2012. (JS)

Incertidumbre y decisiones de última hora

Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo, cuestionó que no haya decisiones claras sobre los feriados de 2021, y que se tomen medidas que cambian las reglas del juego a última hora.

“El COE nacional y los COE provinciales toman medidas que nos tiene en incertidumbre. Uno o dos días antes de los feriados pueden decir que se cierran o se abren las playas o se cambian los aforos de los negocios”, aseveró

El dirigente gremial lamentó que todo el peso de los controles y las restricciones vayan sobre el sector formal, mientras 7.500 establecimientos informales en Quito y 1.200 en Guayaquil operan ‘sin Dios ni ley’.

“Mañana se cierran los hoteles, no se pueden usar los salones, pero por el otro lado se permite que en una terraza 200 personas estén bailando y de fiesta, y no pase nada”, dijo.

La incertidumbre se refuerza porque no hay un plan efectivo de vacunación. “Es preocupante que estemos adecuadamente vacunados para 2022. No hay un plan. El Ministro de Salud deja mucho que desear. Él coge y dispone las vacunas. No hay orden, no hay nada”, añadió.

Además, el sector no ha recibido respuesta sobre la moratoria de dos a tres años en deudas con SRI, IESS y bancos.

Inversión para impulsar cada país como destino turístico

Ecuador: $1,8 millones
Colombia: $20,2 millones
Costa Rica: $50 millones
Perú: $68 millones