Virus de violencia 'barrabrava' contagia a futbolistas en Argentina

Buenos Aires, AFP

No hay ‘amistosos’ que valgan en Argentina. Hasta los clásicos de verano terminan a los puños, pero ahora en plena cancha y entre los jugadores, que a falta de buen fútbol exponen la barbarie cual violentos ‘barrabravas’.


Patadas alevosas con o sin pelota, codazos, insultos y trompadas de boxeo abundaron en los ‘amistosos’ entre River-Boca y Estudiantes-Gimnasia de los últimos días, en otro capítulo bochornoso del fútbol argentino.


A tal punto que a menos de una semana de empezar el campeonato de primera división, el Ministerio de Seguridad conminó a jugadores, DT y árbitros de todas las categorías a realizar un curso para recordar que el fútbol es un deporte y que, como tal, requiere juego limpio.

»Esto es barbarie, instinto absoluto. Es cierto que hay una presión extra en los clásicos, pero hay que entrenar la cabeza para las presiones, acá no se hace prevención”.


Darío Mendelson,
sicólogo deportivo


El domingo, una feroz riña con empujones, escupitajos, insultos y patadas entre futbolistas ante 25.000 espectadores terminó con la suspensión del partido entre los clásicos rivales de la ciudad de La Plata (62 km al sur de Buenos Aires), Estudiantes y Gimnasia, cuando los estudiantiles ganaban 1-0 en Mar del Plata, 400 km al sur de Buenos Aires.


«Estamos todos arrepentidos, se nos fue un poco de las manos», admitió el mediocampista de Gimnasia, el uruguayo Roberto Brum. Brum había salido del juego, pero al desatarse la gresca, saltó del banco para sumarse al concierto de patadas.

34
personas han muerto en hechos relacionados al fútbol.


18

futbolistas participaron de las grescas en La Plata.