Ciclista italiano Aru celebra en Cibeles su primera grande

Aru celebra en Cibeles su primera grande
Podio. Aru (de rojo) festeja el título. EFE

Madrid, EFE •

Fabio Aru (Astana), un chico sardo de 25 años de filosofía atacante, ‘contadorista’ declarado, ya puede leer su nombre en el libro de oro de la Vuelta como vencedor de la 70 edición, junto a Cibeles, donde esta vez la única bandera que ondeó fue la italiana.


Fiesta final en el corazón de Madrid, donde el alemán John Degeenkolg se unió al alborozo anotándose al esprint el último acelerón de la Vuelta, por lo que el ganador de la San Remo y París Roubaix no se fue de vacío.


Aru escuchó el himno italiano como ganador de su primera grande, confirmando una progresión imparable desde su debut profesional hace tres años en su actual equipo, en el que ha cubierto con honor la deshonrosa baja de su jefe natural, Vincenzo Nibali.


Fino corredor, apenas 66 kilos, y espigado, 1,83 metros, se alzó a la cima del podio con su mejor sonrisa, escoltado por el español Joaquim ‘Purito’ Rodríguez (Katusha) y el polaco Rafal Majka (Tinkoff), segundo y tercero, respectivamente.


Una imagen asociada para siempre a una etapa inolvidable, en la que Aru culminó una jugada maestra de estrategia del Astana, la de la Sierra de Madrid, aquella de La Morcuera, donde el italiano, una esperanza hecha realidad, emuló a su ídolo, Alberto Contador, para frenar en seco a la ilusión holandesa, Tom Dumoulin

Frase

Ha sido cumplir un sueño que tienes cuando empiezas a correr en bici. Ha habido momentos bonitos y menos bonitos, pero nunca hay que rendirse”.
Fabio Aru, campeón de la Vuelta a España