Anecdotario Bolivariano

La golosina vencia la altura
A la hora que estamos entrenando, un comparo y yo salimos a correr a la pista atlica (Huachi Loreto), estuvimos trotando para bajar por lo menos dos kilos y la verdad por esto de la altura no aguantamos m de 20 minutos y al salir a la calle, mi amigo me dice corre!, yo me asusty que pesa 130 kilos corr m rido y yo no lo pod alcanzar. Lo que pasfue que se habn cao dos bolsas de alimentos para los nis de un vehulo, lastimosamente a mi comparo se le adelantun taxista y se los llev La golosina hizo que se le olvidaran los efectos de la altura.
Esto le ocurrial peruano Fix Isizola, (85 kg.), medalla de plata en lucha grecoromana.

Los problemas de un «Don Juan»
«Todas mis ex novias me han pillado con una deportista ecuatoriana (de la que no quiso decir el nombre, ni la disciplina), ellas son atletas de mi pa. Una de ellas (basquetbolista) me mircon ojos matadores y me amenazcon reclamarme en la villa bolivariana. Afortunadamente no me la he encontrado, pero estoy dispuesto a conversar…», comenta Richard Torres, boxeador boliviano de 67 kilos.

Preocupante espera
«Antes de venir a Ecuador nos avisaron que nos iba a recibir el ComitOlpico Venezolano, pero cuando llegamos a Quito en el aeropuerto no nos esperaba nadie, intentamos llamar a un dirigente del que tenmos el nero de celular pero lo ten apagado. Nos quedamos esperando tres horas sin saber a donde ir, eran las cuatro de la madrugada. Por suerte un taxista nos refiriel nombre del hotel Amaranta, donde se hospedaba parte de la delegaci venezolana. Al llegar, nadie se hab enterado que tenmos que arribar ese d, fue una tragedia muy graciosa», dice la ajedrecista Johan Alvarez (Venezuela).