Trabajar, la mejor terapia

Enfocarse en un proyecto y ponerse al servicio del prójimo a cambio de un rédito económico es un arte que me ha permitido progresar y sacar adelante a mi familia.

Ejercer mi futura profesión con el mayor optimismo y diligencia posible es para mi terapéutico. Tanto así que a veces si estoy triste, trabajo. Si me siento abrumado, trabajo. Y obvio, pero afortunadamente, si me falta dinero, trabajo. Es maravilloso levantarse temprano con un propósito y acabar tarde y cansado pero con la satisfacción del deber cumplido. Sea para una empresa o en un proyecto propio, el trabajo engrandece, motiva y dignifica.

Aparte de todos estos beneficios trabajar es sinónimo de prosperidad y si colectivamente lo hacemos de la mejor manera posible; seguro nosotros, nuestras familias y nuestro país saldremos adelante. Que Dios permita que no le falte trabajo a nadie.

Fausto Xavier Zambrano Rodríguez