El hombre lobo del hombre

Según Erich Hartman: “La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen y no se odian se matan entre sí, por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan”.

Plausible y muy certera definición de lo que constituyen las guerras. Pues si los viejos que promueven las guerras salieran al campo de batalla incluyendo a sus familias, los conflictos bélicos no existirían.  Curioso, ¿verdad?.

Resulta inadmisible pensar cómo un cerebro desquiciado y criminal puede incitar a un pueblo, obligando a sus ejércitos que salgan a matar, logrando que sus aturdidos y aletargados soldados obedezcan sus macabras disposiciones, convirtiéndolos en asesinos y genocidas,  confirmando, una vez más,  que “El hombre es lobo del hombre” y que mucho más inteligentes son los animales que se protegen entre ellos.

¿Cómo explicar a nuestros niños el origen y significado de las guerras y las terroríficas y funestas implicaciones que, como es obvio, conllevan, afectando al mundo entero? Como todos sabemos,  arrastran consigo muerte, desolación, hambre, pobreza y destrucción.

¡Qué cruel e inhumano se ha vuelto el mundo! Mira con cierta indiferencia cómo estos nefastos y diabólicos engendros (descendientes de Hitler) atacan sin piedad, ignorando por completo,  el mandato divino que reza “amaos los unos a los otros”.

Fabiola Carrera Alemán