Contratos en la Alcaldía

Lo que jamás  ha sucedido en la historia de la ciudad de Quito, desde su fundación el 6 de diciembre de 1534, tenemos un ex alcalde cesado en sus funciones por el cabildo, por irregularidades cometidas en el ejercicio de su cargo, cayendo en las causales de destitución contemplada en los artículos 333 y siguientes del COOTAD, particularmente por la causal contenida en el literal d) de dicha norma, por despilfarro,  uso indebido y mal manejo de los fondos del gobierno del Distrito Metropolitano de Quito. Se va, como se dice en el argot popular, sin pena ni gloria, creo que con vergüenza, si es que la tiene, aunque estamos seguros que, como Rafael Correa, dirá que es inocente y que es un perseguido político y también  que va a volver a recuperar lo perdido, como se creen que son dueños del país al que se fueron saqueándolo.

Recuerdo que este  exalcalde contrató los servicios de asesoría de un prominente arquitecto de la ciudad, a fin de que le asesore, como lo hizo en su época al señor Rodrigo Paz Delgado, y para que elabore el proyecto de Estatuto de Autonomía del Distrito Metropolitano de Quito, para cumplir con la disposición contenida en el Art. 247 de la Constitución,  pero que, lamentablemente, al darse cuenta en el embrollo que se metía, tuvo que renunciar antes de los seis meses de iniciadas su labores; y  Quito se quedó sin su Estatuto de Autonomía del Distrito. Creo que es importante que el nuevo alcalde, doctor Santiago Guarderas, haga conocer a la ciudadanía quiteña qué pasó con aquel contrato y dicho profesional, a fin de que los sucesos luego no queden en el olvido, y posteriormente se trate de confundir a la ciudadanía, pretendiendo hacernos olvidar los hechos de vergüenza por los que atravesó el país en los años pasados, en los que la alta cirugía contra la corrupción fue un fiasco.

Gustavo Chiriboga Castro