Actuaciones de la Asamblea

Las actuaciones de la Asamblea Nacional son para Ripley. Continúan actuando los asambleístas que pusieron a disposición sus cargos sin que haya un presidente que les conmine a separarse y convoque a los alternos, por temor a no mantenerse en el cargo y que le destituyan, porque ahora con la mayoría de votos, los asambleístas hacen lo que se les viene en gana defendiendo sus intereses individuales y de grupo. Aprobaron una amnistía a los mismos forajidos responsables de la destrucción de Quito en octubre del 2019, para que vuelvan a lacerar y destruir nuevamente la propiedad pública y privada de los quiteños en junio último, vulnerando los derechos de los ecuatorianos, para movilizarse dentro del país por el abuso y desmanes de los complotados que cerraban las carreteras y asaltaban la propiedad pública y privada.  Con la mayoría de votos violan la Constitución, las leyes y el sentido común y deponen y nombran nuevas autoridades de sus encrespados grupos. Con la mayoría de votos, aprueban un informe de minoría, cuando en la práctica, en todos los cuerpos colegiados y judiciales los informes de mayoría son los que prevalecen, porque quieren acallar la voz no solo de los periodistas, sino también de los ciudadanos que verdaderamente amamos a nuestra nación y rechazamos lo que nos parece inconstitucional, ilógico e ilegal, porque no soportamos ni transigimos con la corrupción.  Si la democracia exige que exista un parlamento, lo deseable sería que se elija a los mejores ciudadanos del país, que hay por cientos de miles y no ha tanto improvisado. Es que en esta pseudodemocracia ecuatoriana, con la dictadura del voto se violan la Constitución y las leyes de la República, y se actúa al margen de la razón y del sentido común, creyendo que el pueblo los elige, a la mayoría sin mérito alguno, para que vayan a interesarse exclusivamente por sus propios intereses y los del grupo, partido o movimiento que los auspició. No, los ciudadanos los elegimos para que conjuntamente con el gobierno de turno, trabajen en beneficio de los ecuatorianos y combatan la corrupción venga de dónde venga, no para que la tapen, fomenten y protejan.

 Pensando en el país, sería conveniente reformar la Constitución para que los candidatos a legisladores cumplan requisitos de conocimientos y experiencia; sean elegidos en la segunda vuelta, porque en la primera, nadie ha puesto atención en su elección y posibles fraudes, cuando los votos de sus presidenciables son limitados y no podían alcanzar tales mayorías un solo movimiento.

Gustavo Chiriboga Castro