Los vecinos de los valles de Cumbayá y Tumbaco estamos hartos de ver cómo se pretende convertir lo que era campestre en una selva de cemento, como es Quito.
Sin orden alguno, se emiten permisos de construcción extemporáneos para alzar conjuntos habitacionales en los que arquitectos reconocidos -y dignos- comentan que se paga hasta el 10% de los departamentos en coimas para asegurar un proceso aceitado con las autoridades.
No hay respeto por las quebradas y los ecosistemas que éstas albergan. No hay respeto por los moradores que deben aguantar un tráfico que crece sin parar porque las vías existentes se hicieron antes de otorgar permisos para el nuevo hacinamiento que enriquece a los grandes constructores.
Bien por la remoción de Jorge Yunda de la alcaldía de Quito. Estamos hartos del abuso que se implantó en toda esfera pública y, con mayor saña, en el municipio de la Capital.
Paul Guana