El doctor Germán Dueñas recomienda que las mujeres que sobrepasan los 35 años y desean tener hijos deben practicarse varios exámenes de rutina para ver que su salud esté óptima.
Incluso se recomienda la práctica de una mamografía, “para descartar cualquier complicación”, dice el médico.
Si todo está bien se recetan dosis de ácido fólico por dos o tres meses antes del embarazo, “con los exámenes que descartan complicaciones y un adecuado estado nutricional materno se puede hablar de que se está realizando una buena labor preventiva”, piensa el ginecólogo-obstetra Iván Bimos.
Posteriormente, se realizan exámenes de riñón y orina para ver si está todo en orden. En el transcurso del embarazo se recomienda mantener una dieta equilibrada sin que falten las proteínas.
Los controles deben realizarse cada tres semanas para evitar alteración de la presión arterial materna. A partir de la semana 34 de gestación, se recomienda un reposo prenatal para evitar el estrés y el desgaste físico.
Siguiendo estos consejos se puede evitar muchas complicaciones a la hora del parto.
Una decisión de pareja
Magdalena Amaguaña, tiene 38 años hace pocos días nació su tercera hija; el embarazo no fue planificado. Durante el período de gravidez no tuvo complicaciones de ninguna índole.
Durante el parto tuvo problemas respiratorios y resistencia a la anestesia, la que no tuvo el efecto requerido. Ahora está estable y muy feliz con su pequeña hija que nació muy saludable.
Patricia Aro tiene 31 años, está embarazada y en su estado presenta la restricción de crecimiento intrauterino, que consiste en la disminución del peso y del tamaño comparado con el tiempo del embarazo; Patricia dice que según sus cuentas lleva 38 semanas de embarazo, pero los exámenes y ecos realizados muestra un desarrollo de 34 semanas. Ella se encuentra hospitalizada esperando ser sometida a una cesárea.
Rosa Chávez, cuando tenía 36 años se casó y quiso tener un hijo. Al realizarse todos los exámenes el médico le dijo que tenía una complicación en el útero, que presentaba principios de cáncer y por tales razones no podía tener un hijo en aquel momento.
Le realizaron un tratamiento, su problema se solucionó, el doctor le dijo que con las indicaciones adecuadas, mucho cuidado y responsabilidad podía concebir un hijo. En ese momento Rosa junto con su esposo analizaron la posibilidad que se presentaba, pero no accedieron por el temor de poner en riesgo su vida y la del bebé.