El domingo de los viejos

Los viejos del 50-60 para adelante fuimos mejores. Protestas tibias han querido esgrimir los jóvenes pero sin éxito, los argumentos escuchados en un radio de tubos triunfaron y los guambras han cedido con la disculpa, ‘mejor callemos, no vaya a cabrearse el viejo’.

Éramos guambras berracos que, escogiendo las esquinas, dilucidábamos las trampas de las bolas y los cocos a trompones, ignorando los garrotes y las balas. Cultivamos las buenas artes, dimos a la palabra un compromiso de honor, e hicimos de la dignidad y honradez un credo.

Hoy nos duele el corazón cuando vemos a pungas y miserables escondidos en partidos políticos, disimulando el grillete y escondiendo las sentencias.

Se acabó la nobleza, se oficializa el chantaje, se conforman asociaciones para delinquir, se pacta con terroristas, se quiere ganar el poder a la fuerza, se florea la plata mal habida y se quiere imponer la indecencia divulgada por una mente corrupta sentenciada y expulsada del campo de honor de los caballeros.

Los viejos salimos a votar el domingo 7, arriesgando la vida, arrastrando los pies y los recuerdos de la Patria noble que nos quieren arrebatar. Los maltrechos ‘compra votos’ tendrán que huir para siempre, rumiando su impotencia y sus batallas perdidas.

Dr. Carlos Mosquera Benalcázar