Hace 23 años ser homosexual dejó de ser un crimen en Ecuador

Aunque los seres humanos somos sujetos de derechos desde que nacemos, la sociedad ha marcado ‘excepciones’ en base a creencias religiosas, moralismos y machismo.

Estas construcciones sociales han dado paso a vulneraciones de quienes ‘rompen’ los estereotipos y tienen otras orientaciones quitándoles sus derechos y obligando a estos grupos a conseguirlos con inagotables luchas: como ejemplo está la despenalización de la homosexualidad en Ecuador.

Dos décadas y tres años

Hace 23 años la homosexualidad en Ecuador dejó de ser un crimen.

El 27 de noviembre de 1997 se eliminó del Código Penal de ese entonces, una parte del artículo 516, que multaba con prisión de cuatro a ocho años “los casos de homosexualismo, que no constituyan violación”.
Este logro llegó después de años de atropellos en los que gays, lesbianas y transexuales eran objeto de torturas, desapariciones y violencia por parte de la ciudadanía y la Policía Nacional.

Hay desigualdad

Aunque una persona ya no va a la cárcel por su orientación sexual, en Ecuador y el mundo aún existe discriminación y falta de igualdad.

La Organización de la Naciones Unidas señala que el 43% de los grupos Glbtiq+ ha sufrido violencia en el ámbito educativo; y de estos, el 15% ha sido expuesto en las redes sociales.

Por su parte, el 27% de activistas transgéneros han manifestado sentirse inseguros en línea. En Ecuador los delitos de odio han cobrado la vida de 16 personas transexuales en 2019 y cinco en lo que va del 2020.

Sociedad retrógrada

A la lucha por la despenalización de la homosexualidad se han sumado otro hitos, conseguidos también desde el activismo. Hechos que son nuevas garantías de derechos pero que también han develado un rostro retrógrado en varios sectores de la sociedad.

Como ejemplo está la legalización del matrimonio igualitario, el pasado 19 de junio de 2019.

Mientras el tema se debatía varios grupos realizaron plantones exigiendo que no se apruebe las bodas entre personas del mismo sexo, calificando el hecho como “antinatural” e inclusive exigiendo una consulta popular.

Nuevos pasos

La historia ha demostrado que nada se consigue sin visibilización y lucha ciudadana. Aún quedan derechos por ganar. Por ejemplo, el Código de la Niñez sigue detallando que la adopción corresponderá sólo a parejas de distinto sexo. «Sin embargo, bajo las leyes ecuatorianas una persona soltera puede adoptar un niño, aunque las parejas heterosexuales casadas reciben prioridad”.

En este 2020 el Código de la Salud, que fue vetado totalmente por el Gobierno de Lenín Moreno, visibilizó el rechazo de movimientos conservadores, en varios artículos, entre ellos el 193 (salud sexual y reproductiva), pues argumentan que permite el cambio de sexo en la etapa de pubertad.

Lo cierto es que el artículo prohibía la realización de procedimientos de asignación de sexo en casos de personas que nazcan con indeterminación sexual (conocido comúnmente como hermafrodita), hasta que la persona alcance la fase biológica de la pubertad. (AVV)