No hay fórmulas prestablecidas para invertir

COMPORTAMIENTO. El dinero desencadena un cúmulo de reacciones.
COMPORTAMIENTO. El dinero desencadena un cúmulo de reacciones.

Las decisiones financieras no pueden ser solo lógicas y racionales, sino que también se ven influidas por las emociones y las expectativas.

El sistema financiero tradicional se ha basado en un esquema normativo, donde todo parte de cómo deberían ser las cosas y no sobre cómo son. Las neurofinanzas presentan un enfoque complementario.

En lugar de decirle a una persona qué debe hacer, el punto de partida es entender qué está haciendo y, de esa manera, se crea un plan de acción que se parezca más a ese individuo -que incluya sus aspiraciones, deseos- y no que lo encuadre en una fórmula preestablecida.

Y en ese contexto, hay varios factores que explican por qué hay personas a las que más les cuesta tomar buenas decisiones financieras.

Buscar el eje

En algunos casos, se produce la llamada “parálisis por análisis”, donde se sobreevalúan las posibilidades y las repercusiones. «Me falta el último informe, la gráfica más reciente, la última actualización. Es como si quedaran secuestradas en su mente analítica», comentó Francisca Mera, experta en finanzas personales

Así, la persona se desconecta de lo que es más importante para ella y plantea sus metas «en función de las de otros», por lo que, incluso obteniendo algún tipo de ganancia, puede llegar a no tener mucho sentido.

Mientras en las finanzas tradicionales se busca la maximización de los retornos. «Debo ganar lo más que pueda». En las neurofinanzas se habla de retornos satisfactorios, donde no solo se valoran los factores económicos, sino también los culturales y sociales.

¿Cómo reaccionamos a la incertidumbre?

Unas personas tienen, debido a su formación y experiencias, una idea del riesgo y la incertidumbre que está asociada con aventura y descubrimiento. Por otro lado, también hay quienes ven todo eso como un peligro, como una amenaza, de la que hay que protegerse.

En medio de esos dos extremos, la mayoría se estanca porque se subestima el concepto de margen de error. Ese concepto muchas veces se ve como una protección conservadora utilizada por aquellos que no quieren correr mucho riesgo o no confían en sus puntos de vista.

Prueba y error

Sin embargo, el enfoque debería ser que la consecución de metas es realmente un sistema de prueba y error, donde la inteligencia es la capacidad de adaptación y corrección sobre la marcha.

Las neurofinanzas es un área de conocimiento que se esfuerza por comprender la toma de decisiones financieras agregando nociones de la psicología y la neurociencia.»La evaluación y preparación previa es importante; pero no hay decisiones infalibles. Entender eso está en la base del entendimiento del margen de error; y permite tener la suficiente resistencia para persistir hasta obtener resultados”, acotó Mera. (JS)

Aversión natural a las pérdidas

Según estudios de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, ganar $100 puede hacer que muchas personas se sientan felices, pero perder $100 puede provocar una emoción incluso más intensa que esa alegría.

Así, imágenes por resonancia magnética del cerebro han mostrado que «las pérdidas desencadenan una mayor actividad en las áreas del cerebro asociadas con emociones negativas que las que generan las ganancias (equivalentes) en los centros de placer».

Ese es un factor que se debe tomar en cuenta a la hora de analizar cómo se toman decisiones financieras. Daniel Kahneman, un influyente psicólogo que recibió el Premio Nobel de Economía en 2002 por su trabajo junto Amos Tversky, ha explicado que debemos conocer nuestros particulares mecanismos de respuesta al riesgo para crear una estrategia de toma de decisiones.