Los Presidentes

Cierto es que solo hay un Presidente de la República y cierto es que él debería tomar las decisiones, pero no es menos cierto que en el país hace rato que no hay liderazgo.

Las decisiones tomadas no logran encontrar consensos y más bien nos dividen, satanizando al aparato público y fomentando la percepción que el coronavirus solo ha evidenciado: las graves deficiencias del actual régimen que en tres años no ha sido capaz de hacer obra relevante para la gente.

Por esto el informe que dio el domingo uno de los Presidentes solo duró algo más de una hora. Se acabaron las excusas y se acabó el cuento. En estos días hay protestas y la baja aceptación de la gestión presidencial no se debe exactamente a por qué se tomaron las decisiones correctas sino más bien al por qué se siguen tomando las incorrectas, pues despedir y causar pobreza no es algo que aporta en una crisis. El Estado debe dar y no quitar. El gobierno ecuatoriano tomó medidas que van en contra del sentido común, pues son medidas que desamparan a la gente en el momento de más alta vulnerabilidad.

Es evidente que hay más de un presidente y es evidente que cada uno toma decisiones por su cuenta. Hay personas cercanas a Moreno que han sido conflictivas cuando se necesitaba serenidad; han sido improvisadas cuando se necesitaba estadistas y han sido ebrias de poder cuando se necesitaba humildad.

Hay un verdadero poder paralelo moralmente corresponsable de los casos de corrupción durante su gestión y corresponsable del mal manejo del coronavirus en Ecuador, considerado como un mal ejemplo por otros países.

Estos presidentes le han hecho daño a Moreno manteniéndolo rehén junto con todos nosotros y han causado fracturas dentro y fuera del gabinete. Estos presidentes han estado por encima de Moreno y del mismo vicepresidente Otto, que más de una vez estuvo a punto de renunciar.

Vivimos un momento trágico en el cual se necesitaba de un Presidente de la República de gran espesor, pero resulta que nosotros a falta de uno tuvimos, por lo menos, cuatro malos.

[email protected]