¿Dónde está el Estado?

Es la pregunta que se hacen cientos de familias que habitan en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro, al norte de Esmeraldas. Desde hace nueve años, la población de la zona clama por ayuda. Después de tanto tiempo y ofrecimientos, lo que piden no es dinero, obras ni dádivas. Sólo piden Ley.

Oficialmente, en el noroeste de Esmeraldas no existe la minería. Se infiere esto ya que dentro de los estamentos estatales que deberían regular, controlar y cobrar impuestos sobre esta actividad extractiva, no hay funcionarios que se hagan responsables de la depredación que ocurre.

Quienes sí están llamados a controlar las operaciones irregulares son las Fuerzas Armadas, que tampoco responden ante los pedidos de los comuneros.

Entre tanto, al rededor de 600 personas trabajan directamente en las ilegales, a merced del ‘hormigueo’ de combustible subsidiado para la maquinaria pesada, del miedo y las amenazas como consecuencia de vivir en tierra de nadie.

Desde hace varios años se estudia la inclemente contaminación de los ríos con mercurio y otros metales pesados. En 2011, luego de obtener medidas cautelares se ofrecieron obras de agua potable que nunca se concretaron. Hoy, como lo demuestra LA HORA en su investigación, los niños -sin escuela y sin control- se bañan en los ríos junto a las retroexcavadoras que minan su futuro.

El reclamo es relevante, hoy igual que siempre: desde que se declaró la emergencia sanitaria y las autoridades se volcaron a los centros urbanos, la actividad ilegal en las orillas de los ríos de Esmeraldas solo aumentó y los pobladores permanecen en absoluto abandono.

Soy un optimista, no tiene mucho sentido ser otra cosa.”

WINSTON CHURCHIL, (1864-1965)
Primer Ministro británico.

Una vez tomada la decisión, el universo conspira para hacerla realidad.”

Ralph Waldo Emerson (1803-1882)
Poeta y filósofo norteamericano.