Hoy inicia una Semana Santa inédita

EMERGENCIA. El obispo de Latacunga, Giovanni Paz, celebró la misa de Domingo de Ramos, en La Catedral a puerta cerrada.
EMERGENCIA. El obispo de Latacunga, Giovanni Paz, celebró la misa de Domingo de Ramos, en La Catedral a puerta cerrada.

Mantener el aislamiento, la fe y la oración y hoy más que nunca ser solidarios con quienes lo necesitan es el mensaje central de la Iglesia Católica en la Semana Mayor, donde se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

La tradicional misa de Domingo de Ramos se realizó a puerta cerrada, el obispo de Latacunga, Giovanni Paz, dirigió esta celebración con el apoyo del vicario de la Diócesis de Latacunga, Pedro Casa.

En la celebración, se analizó lo que fue la entrada de Jesús a Jerusalén y todas las actividades que cumplió Jesús antes de ser crucificado.

Paz destacó que en esta Semana Santa especial es importante meditar sobre lo que es el amor y el sufrimiento que el hijo de Dios atravesó para salvar a la humanidad del pecado. Hizo un llamado a no perder la fe, a consolarse y confiar en la misericordia del Señor, a abrir la mente y el corazón al amor de Dios.

“Ánimo y fortaleza, hoy más que nunca necesitamos estar alegres, esperanzados y fortalecidos, porque es el camino a la Pascua y se esperan mejores días para todos”, dijo.

Añadió que si bien es difícil permanecer en casa todo el tiempo, será peor si algún familiar se contagia y muere; por lo que es el momento de ser compasivos y constantes en la oración y no caer en el desánimo y en la desesperanza.

La Misa Crismal no se realizará este jueves, se lo hará cuando pase la emergencia sanitaria.Paz destacó la labor que cumplen en los momentos actuales los médicos, los policías y los militares, exponiendo su vida para mantener el orden y garantizar la seguridad de los demás.

Invitó a todos los católicos para que sigan de cerca las actividades de esta Semana Santa a través de las redes sociales. El Jueves Santo, a las 18:00 se realizará la misa de la Última Cena del Señor, donde pidió que las familias tengan un pan para compartirlo, luego de la celebración.

De su parte, algunos católicos colocaron en la puerta de su casa una planta que fue bendecida, de manera simbólica.

Para Lucía Gallardo, este día fue único en la historia de su vida, porque en sus 53 años de vida, jamás vivió esta situación. Con sus dos hijos y su esposo escucharon la misa por una emisora de la localidad y permanecen atentos a las demás actividades planificadas por la iglesia, en la Semana Mayor para el mundo católico. (VHG)