Señora Angelita

RICARDO VIERA NAVARRETE

La señora Angelita es de aquellas personas que desde el primer momento sientes que conoces de toda la vida, porque tiene la mirada de todas las personas que extrañas, te inspira la confianza de todo lo honrado y la convicción de lo que tiene sentido.

No sabes cómo, pero está en todas partes. A primera hora en la mañana la encontrarás en su estratégico puesto en los portales de la gobernación, proveyendo de información (periódicos) a la administración pública, al sector empresarial, a los emprendimientos.

A media mañana, en la travesía de una ciudad que se arriesga y reniega, te ofrecerá un oasis de productos que endulzarán tu día, saciarán tu sed, calmarán la naciente hambre y tranquilizarán tus sentidos.

Al finalizar el día, en esta época navideña, la encontrarás en la plaza de San Agustín haciendo los más suaves, esponjosos y dulces buñuelos, y si te acercas te regalará uno, cuando te des cuenta estarás sentado comiendo muchos más y pidiendo una fundita para llevar.

En el día de las madres y San Valentín te venderá chocolates y flores, en las fiestas locales te alquilará un asiento resguardado del sol, los sábados y los domingos divertirá a tus hijas/os en el parque La Cocha con una pesca infantil acompañada de un premio y, hasta hace poco tiempo te ofrecía pan fresco en su panadería de La Merced. Ella es de las que descansan trabajando en otra cosa.

La señora Angelita tiene aquellas almas nobles y fuertes, que le dan el don de la escucha cálida, el habla prudente, la humildad de los que ganaron todo trabajando, la firmeza de los que no se dejan y la valía de los que respetan.

Angelita Molina Borja, es una mujer de 54 años, jefa de hogar, madre de dos hijos, uno de ellos con discapacidad, ama de casa, comerciante, emprendedora, auxiliar de enfermería, mi amiga, mi ejemplo, la heroína a la que dedico estas líneas.

RICARDO VIERA NAVARRETE

La señora Angelita es de aquellas personas que desde el primer momento sientes que conoces de toda la vida, porque tiene la mirada de todas las personas que extrañas, te inspira la confianza de todo lo honrado y la convicción de lo que tiene sentido.

No sabes cómo, pero está en todas partes. A primera hora en la mañana la encontrarás en su estratégico puesto en los portales de la gobernación, proveyendo de información (periódicos) a la administración pública, al sector empresarial, a los emprendimientos.

A media mañana, en la travesía de una ciudad que se arriesga y reniega, te ofrecerá un oasis de productos que endulzarán tu día, saciarán tu sed, calmarán la naciente hambre y tranquilizarán tus sentidos.

Al finalizar el día, en esta época navideña, la encontrarás en la plaza de San Agustín haciendo los más suaves, esponjosos y dulces buñuelos, y si te acercas te regalará uno, cuando te des cuenta estarás sentado comiendo muchos más y pidiendo una fundita para llevar.

En el día de las madres y San Valentín te venderá chocolates y flores, en las fiestas locales te alquilará un asiento resguardado del sol, los sábados y los domingos divertirá a tus hijas/os en el parque La Cocha con una pesca infantil acompañada de un premio y, hasta hace poco tiempo te ofrecía pan fresco en su panadería de La Merced. Ella es de las que descansan trabajando en otra cosa.

La señora Angelita tiene aquellas almas nobles y fuertes, que le dan el don de la escucha cálida, el habla prudente, la humildad de los que ganaron todo trabajando, la firmeza de los que no se dejan y la valía de los que respetan.

Angelita Molina Borja, es una mujer de 54 años, jefa de hogar, madre de dos hijos, uno de ellos con discapacidad, ama de casa, comerciante, emprendedora, auxiliar de enfermería, mi amiga, mi ejemplo, la heroína a la que dedico estas líneas.

RICARDO VIERA NAVARRETE

La señora Angelita es de aquellas personas que desde el primer momento sientes que conoces de toda la vida, porque tiene la mirada de todas las personas que extrañas, te inspira la confianza de todo lo honrado y la convicción de lo que tiene sentido.

No sabes cómo, pero está en todas partes. A primera hora en la mañana la encontrarás en su estratégico puesto en los portales de la gobernación, proveyendo de información (periódicos) a la administración pública, al sector empresarial, a los emprendimientos.

A media mañana, en la travesía de una ciudad que se arriesga y reniega, te ofrecerá un oasis de productos que endulzarán tu día, saciarán tu sed, calmarán la naciente hambre y tranquilizarán tus sentidos.

Al finalizar el día, en esta época navideña, la encontrarás en la plaza de San Agustín haciendo los más suaves, esponjosos y dulces buñuelos, y si te acercas te regalará uno, cuando te des cuenta estarás sentado comiendo muchos más y pidiendo una fundita para llevar.

En el día de las madres y San Valentín te venderá chocolates y flores, en las fiestas locales te alquilará un asiento resguardado del sol, los sábados y los domingos divertirá a tus hijas/os en el parque La Cocha con una pesca infantil acompañada de un premio y, hasta hace poco tiempo te ofrecía pan fresco en su panadería de La Merced. Ella es de las que descansan trabajando en otra cosa.

La señora Angelita tiene aquellas almas nobles y fuertes, que le dan el don de la escucha cálida, el habla prudente, la humildad de los que ganaron todo trabajando, la firmeza de los que no se dejan y la valía de los que respetan.

Angelita Molina Borja, es una mujer de 54 años, jefa de hogar, madre de dos hijos, uno de ellos con discapacidad, ama de casa, comerciante, emprendedora, auxiliar de enfermería, mi amiga, mi ejemplo, la heroína a la que dedico estas líneas.

RICARDO VIERA NAVARRETE

La señora Angelita es de aquellas personas que desde el primer momento sientes que conoces de toda la vida, porque tiene la mirada de todas las personas que extrañas, te inspira la confianza de todo lo honrado y la convicción de lo que tiene sentido.

No sabes cómo, pero está en todas partes. A primera hora en la mañana la encontrarás en su estratégico puesto en los portales de la gobernación, proveyendo de información (periódicos) a la administración pública, al sector empresarial, a los emprendimientos.

A media mañana, en la travesía de una ciudad que se arriesga y reniega, te ofrecerá un oasis de productos que endulzarán tu día, saciarán tu sed, calmarán la naciente hambre y tranquilizarán tus sentidos.

Al finalizar el día, en esta época navideña, la encontrarás en la plaza de San Agustín haciendo los más suaves, esponjosos y dulces buñuelos, y si te acercas te regalará uno, cuando te des cuenta estarás sentado comiendo muchos más y pidiendo una fundita para llevar.

En el día de las madres y San Valentín te venderá chocolates y flores, en las fiestas locales te alquilará un asiento resguardado del sol, los sábados y los domingos divertirá a tus hijas/os en el parque La Cocha con una pesca infantil acompañada de un premio y, hasta hace poco tiempo te ofrecía pan fresco en su panadería de La Merced. Ella es de las que descansan trabajando en otra cosa.

La señora Angelita tiene aquellas almas nobles y fuertes, que le dan el don de la escucha cálida, el habla prudente, la humildad de los que ganaron todo trabajando, la firmeza de los que no se dejan y la valía de los que respetan.

Angelita Molina Borja, es una mujer de 54 años, jefa de hogar, madre de dos hijos, uno de ellos con discapacidad, ama de casa, comerciante, emprendedora, auxiliar de enfermería, mi amiga, mi ejemplo, la heroína a la que dedico estas líneas.