Ecuador es uno de los 7 países con peor supervisión bancaria de la región

INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
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INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.
INSTITUCIÓN. La Superintendencia de de Bancos es el ente de control de entes financieros en Ecuador.

Según el análisis de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Ecuador es parte del club de los 7 países de la región más alejados de cumplir con las normativas internacionales de supervisión bancaria.

Junto a Ecuador está Venezuela, y en Centroamérica y el Caribe se ubican Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. Dentro de las reformas al Código Monetario y Financiero, enviadas por el Ejecutivo a la Asamblea, no se corrigen las limitaciones de control, ni se dan pasos ciertos para que se implemente la normativa llamada Basilea III.

Esta normativa comprende medidas acordadas internacionalmente, a través del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Suiza), como respuesta a la crisis financiera de 2007 a 2009. El objetivo es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos.

Rosa Matilde Guerrero, asesora de supervisión de riesgos de la Superintendencia de Bancos, afirmó que el proyecto de la Presidencia mantiene las condiciones para que el trabajo continúe limitado, y en muchos artículos, incluso se aumenten las trabas.

“No me voy a referir a los calificativos del Ministro de Economía, sino a criterios técnicos. Las reformas ni siquiera establecen una cancha clara para la sanción”, dijo Guerrero con relación a las declaraciones de Richard Martínez de que esa posición crítica era “poco responsable”.

Sin cancha clara
El proyecto del Ejecutivo no establece, de manera clara, la cancha de los organismos de control para los procesos de supervisión y sanción. Un ejemplo, según Guerrero, es que en sectores sensibles, como la Seguridad Social, ni siquiera se tipifican las sanciones que se pueden imponer por incumplimientos.

“Algunos sectores han dicho que en el proyecto se incluye la palabra sanciones, pero no se trata de eso; sino que se describa y tipifique las medidas y el campo de acción, para que la supervisión pueda ser eficiente”, aseveró.

Puso como ejemplo adicional que se genera inseguridad jurídica que permite que uno de los fondos de la Seguridad Social, en las últimas semanas, haya levantado un juicio contra a la Superintendencia por una sanción.

“Las normas han tenido problemas por ser laxas, tanto la de 2014 como la de 1998. Deberíamos discutir más los artículos”, especificó. (JS)

Muy lejos de Basilea III
° Otro de los problemas de las reformas del Gobierno es que no se haya incluido la norma sobre patrimonio técnico. Es decir, no se establecen mecanismos para que la Superintendencia de Bancos pueda pedir capital por riesgos. Esa sola medida pondría a Ecuador en la ruta hacia Basilea III.

Además, tampoco se determinan normas transparentes para controlar a los grupos financieros en su totalidad, o sea, incluyendo a filiales y subsidiarios en el exterior.

Según el análisis de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Ecuador es parte del club de los 7 países de la región más alejados de cumplir con las normativas internacionales de supervisión bancaria.

Junto a Ecuador está Venezuela, y en Centroamérica y el Caribe se ubican Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. Dentro de las reformas al Código Monetario y Financiero, enviadas por el Ejecutivo a la Asamblea, no se corrigen las limitaciones de control, ni se dan pasos ciertos para que se implemente la normativa llamada Basilea III.

Esta normativa comprende medidas acordadas internacionalmente, a través del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Suiza), como respuesta a la crisis financiera de 2007 a 2009. El objetivo es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos.

Rosa Matilde Guerrero, asesora de supervisión de riesgos de la Superintendencia de Bancos, afirmó que el proyecto de la Presidencia mantiene las condiciones para que el trabajo continúe limitado, y en muchos artículos, incluso se aumenten las trabas.

“No me voy a referir a los calificativos del Ministro de Economía, sino a criterios técnicos. Las reformas ni siquiera establecen una cancha clara para la sanción”, dijo Guerrero con relación a las declaraciones de Richard Martínez de que esa posición crítica era “poco responsable”.

Sin cancha clara
El proyecto del Ejecutivo no establece, de manera clara, la cancha de los organismos de control para los procesos de supervisión y sanción. Un ejemplo, según Guerrero, es que en sectores sensibles, como la Seguridad Social, ni siquiera se tipifican las sanciones que se pueden imponer por incumplimientos.

“Algunos sectores han dicho que en el proyecto se incluye la palabra sanciones, pero no se trata de eso; sino que se describa y tipifique las medidas y el campo de acción, para que la supervisión pueda ser eficiente”, aseveró.

Puso como ejemplo adicional que se genera inseguridad jurídica que permite que uno de los fondos de la Seguridad Social, en las últimas semanas, haya levantado un juicio contra a la Superintendencia por una sanción.

“Las normas han tenido problemas por ser laxas, tanto la de 2014 como la de 1998. Deberíamos discutir más los artículos”, especificó. (JS)

Muy lejos de Basilea III
° Otro de los problemas de las reformas del Gobierno es que no se haya incluido la norma sobre patrimonio técnico. Es decir, no se establecen mecanismos para que la Superintendencia de Bancos pueda pedir capital por riesgos. Esa sola medida pondría a Ecuador en la ruta hacia Basilea III.

Además, tampoco se determinan normas transparentes para controlar a los grupos financieros en su totalidad, o sea, incluyendo a filiales y subsidiarios en el exterior.

Según el análisis de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Ecuador es parte del club de los 7 países de la región más alejados de cumplir con las normativas internacionales de supervisión bancaria.

Junto a Ecuador está Venezuela, y en Centroamérica y el Caribe se ubican Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. Dentro de las reformas al Código Monetario y Financiero, enviadas por el Ejecutivo a la Asamblea, no se corrigen las limitaciones de control, ni se dan pasos ciertos para que se implemente la normativa llamada Basilea III.

Esta normativa comprende medidas acordadas internacionalmente, a través del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Suiza), como respuesta a la crisis financiera de 2007 a 2009. El objetivo es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos.

Rosa Matilde Guerrero, asesora de supervisión de riesgos de la Superintendencia de Bancos, afirmó que el proyecto de la Presidencia mantiene las condiciones para que el trabajo continúe limitado, y en muchos artículos, incluso se aumenten las trabas.

“No me voy a referir a los calificativos del Ministro de Economía, sino a criterios técnicos. Las reformas ni siquiera establecen una cancha clara para la sanción”, dijo Guerrero con relación a las declaraciones de Richard Martínez de que esa posición crítica era “poco responsable”.

Sin cancha clara
El proyecto del Ejecutivo no establece, de manera clara, la cancha de los organismos de control para los procesos de supervisión y sanción. Un ejemplo, según Guerrero, es que en sectores sensibles, como la Seguridad Social, ni siquiera se tipifican las sanciones que se pueden imponer por incumplimientos.

“Algunos sectores han dicho que en el proyecto se incluye la palabra sanciones, pero no se trata de eso; sino que se describa y tipifique las medidas y el campo de acción, para que la supervisión pueda ser eficiente”, aseveró.

Puso como ejemplo adicional que se genera inseguridad jurídica que permite que uno de los fondos de la Seguridad Social, en las últimas semanas, haya levantado un juicio contra a la Superintendencia por una sanción.

“Las normas han tenido problemas por ser laxas, tanto la de 2014 como la de 1998. Deberíamos discutir más los artículos”, especificó. (JS)

Muy lejos de Basilea III
° Otro de los problemas de las reformas del Gobierno es que no se haya incluido la norma sobre patrimonio técnico. Es decir, no se establecen mecanismos para que la Superintendencia de Bancos pueda pedir capital por riesgos. Esa sola medida pondría a Ecuador en la ruta hacia Basilea III.

Además, tampoco se determinan normas transparentes para controlar a los grupos financieros en su totalidad, o sea, incluyendo a filiales y subsidiarios en el exterior.

Según el análisis de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), Ecuador es parte del club de los 7 países de la región más alejados de cumplir con las normativas internacionales de supervisión bancaria.

Junto a Ecuador está Venezuela, y en Centroamérica y el Caribe se ubican Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. Dentro de las reformas al Código Monetario y Financiero, enviadas por el Ejecutivo a la Asamblea, no se corrigen las limitaciones de control, ni se dan pasos ciertos para que se implemente la normativa llamada Basilea III.

Esta normativa comprende medidas acordadas internacionalmente, a través del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Suiza), como respuesta a la crisis financiera de 2007 a 2009. El objetivo es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos.

Rosa Matilde Guerrero, asesora de supervisión de riesgos de la Superintendencia de Bancos, afirmó que el proyecto de la Presidencia mantiene las condiciones para que el trabajo continúe limitado, y en muchos artículos, incluso se aumenten las trabas.

“No me voy a referir a los calificativos del Ministro de Economía, sino a criterios técnicos. Las reformas ni siquiera establecen una cancha clara para la sanción”, dijo Guerrero con relación a las declaraciones de Richard Martínez de que esa posición crítica era “poco responsable”.

Sin cancha clara
El proyecto del Ejecutivo no establece, de manera clara, la cancha de los organismos de control para los procesos de supervisión y sanción. Un ejemplo, según Guerrero, es que en sectores sensibles, como la Seguridad Social, ni siquiera se tipifican las sanciones que se pueden imponer por incumplimientos.

“Algunos sectores han dicho que en el proyecto se incluye la palabra sanciones, pero no se trata de eso; sino que se describa y tipifique las medidas y el campo de acción, para que la supervisión pueda ser eficiente”, aseveró.

Puso como ejemplo adicional que se genera inseguridad jurídica que permite que uno de los fondos de la Seguridad Social, en las últimas semanas, haya levantado un juicio contra a la Superintendencia por una sanción.

“Las normas han tenido problemas por ser laxas, tanto la de 2014 como la de 1998. Deberíamos discutir más los artículos”, especificó. (JS)

Muy lejos de Basilea III
° Otro de los problemas de las reformas del Gobierno es que no se haya incluido la norma sobre patrimonio técnico. Es decir, no se establecen mecanismos para que la Superintendencia de Bancos pueda pedir capital por riesgos. Esa sola medida pondría a Ecuador en la ruta hacia Basilea III.

Además, tampoco se determinan normas transparentes para controlar a los grupos financieros en su totalidad, o sea, incluyendo a filiales y subsidiarios en el exterior.