Aprendizaje en casa para niños de 3 y 4 años

Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)
Metodología. A través de juegos los niños adquieren las bases para ir a la escuela (Foto: Ministerio de Educación)

Mayté Quintanchala tiene 4 años. Los miércoles y los viernes se levanta antes de las 07:00 y espera ansiosa a su profesora, Melisa Silva.

Cuando Silva llega al domicilio, ubicado en el sector de Marianas, en el norte de Quito, le enseña a la pequeña los colores, las letras, los números y algunas canciones.

Minutos antes de finalizar la hora de clase, la parvularia y la niña hacen un juego de estiramiento, que es el nexo con el que aprende cuáles son las extremidades superiores e inferiores.

El Dato
Para solicitar ser parte del proyecto acérquese al Distrito Educativo más cercano a su domicilio.
Silva, es una de las 750 docentes que trabajan en el Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (Safpi), que promueve el acceso a la educación inicial de niños de 3 y 4 años que, por diversas razones, no han podido ir a la escuela.

En el caso de Mayté, la falta de recursos económicos y problemas de salud hicieron que no continúe en un centro de educación regular.

Modalidad

Las docentes de Safpi desarrollan sus actividades siguiendo el pénsum de la educación inicial 1 y 2, así como su calendario lectivo. La idea es que los niños, al terminar el programa, se incorporen sin dificultad al primer grado.

El programa Safpi se inauguró en noviembre de 2018. La primera promoción, del año lectivo 2018-2019, se graduó el pasado julio.

Enrique Corai, padre de Issac de 5 años, fue uno de los beneficiarios. El venezolano, quien salió hace un poco más de dos años de su país, recuerda que una profesora llegó hasta su domicilio y le habló de la educación domiciliaria.

“Nos aclaró que debía haber un compromiso de la familia, por eso en las clases mi esposa y yo también participábamos”.

Corai dice que guarda fotos de la graduación del pequeño. Isacc es uno de los 16.896 niños de la primera promoción de este proyecto. (AVV)

Mayté Quintanchala tiene 4 años. Los miércoles y los viernes se levanta antes de las 07:00 y espera ansiosa a su profesora, Melisa Silva.

Cuando Silva llega al domicilio, ubicado en el sector de Marianas, en el norte de Quito, le enseña a la pequeña los colores, las letras, los números y algunas canciones.

Minutos antes de finalizar la hora de clase, la parvularia y la niña hacen un juego de estiramiento, que es el nexo con el que aprende cuáles son las extremidades superiores e inferiores.

El Dato
Para solicitar ser parte del proyecto acérquese al Distrito Educativo más cercano a su domicilio.
Silva, es una de las 750 docentes que trabajan en el Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (Safpi), que promueve el acceso a la educación inicial de niños de 3 y 4 años que, por diversas razones, no han podido ir a la escuela.

En el caso de Mayté, la falta de recursos económicos y problemas de salud hicieron que no continúe en un centro de educación regular.

Modalidad

Las docentes de Safpi desarrollan sus actividades siguiendo el pénsum de la educación inicial 1 y 2, así como su calendario lectivo. La idea es que los niños, al terminar el programa, se incorporen sin dificultad al primer grado.

El programa Safpi se inauguró en noviembre de 2018. La primera promoción, del año lectivo 2018-2019, se graduó el pasado julio.

Enrique Corai, padre de Issac de 5 años, fue uno de los beneficiarios. El venezolano, quien salió hace un poco más de dos años de su país, recuerda que una profesora llegó hasta su domicilio y le habló de la educación domiciliaria.

“Nos aclaró que debía haber un compromiso de la familia, por eso en las clases mi esposa y yo también participábamos”.

Corai dice que guarda fotos de la graduación del pequeño. Isacc es uno de los 16.896 niños de la primera promoción de este proyecto. (AVV)

Mayté Quintanchala tiene 4 años. Los miércoles y los viernes se levanta antes de las 07:00 y espera ansiosa a su profesora, Melisa Silva.

Cuando Silva llega al domicilio, ubicado en el sector de Marianas, en el norte de Quito, le enseña a la pequeña los colores, las letras, los números y algunas canciones.

Minutos antes de finalizar la hora de clase, la parvularia y la niña hacen un juego de estiramiento, que es el nexo con el que aprende cuáles son las extremidades superiores e inferiores.

El Dato
Para solicitar ser parte del proyecto acérquese al Distrito Educativo más cercano a su domicilio.
Silva, es una de las 750 docentes que trabajan en el Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (Safpi), que promueve el acceso a la educación inicial de niños de 3 y 4 años que, por diversas razones, no han podido ir a la escuela.

En el caso de Mayté, la falta de recursos económicos y problemas de salud hicieron que no continúe en un centro de educación regular.

Modalidad

Las docentes de Safpi desarrollan sus actividades siguiendo el pénsum de la educación inicial 1 y 2, así como su calendario lectivo. La idea es que los niños, al terminar el programa, se incorporen sin dificultad al primer grado.

El programa Safpi se inauguró en noviembre de 2018. La primera promoción, del año lectivo 2018-2019, se graduó el pasado julio.

Enrique Corai, padre de Issac de 5 años, fue uno de los beneficiarios. El venezolano, quien salió hace un poco más de dos años de su país, recuerda que una profesora llegó hasta su domicilio y le habló de la educación domiciliaria.

“Nos aclaró que debía haber un compromiso de la familia, por eso en las clases mi esposa y yo también participábamos”.

Corai dice que guarda fotos de la graduación del pequeño. Isacc es uno de los 16.896 niños de la primera promoción de este proyecto. (AVV)

Mayté Quintanchala tiene 4 años. Los miércoles y los viernes se levanta antes de las 07:00 y espera ansiosa a su profesora, Melisa Silva.

Cuando Silva llega al domicilio, ubicado en el sector de Marianas, en el norte de Quito, le enseña a la pequeña los colores, las letras, los números y algunas canciones.

Minutos antes de finalizar la hora de clase, la parvularia y la niña hacen un juego de estiramiento, que es el nexo con el que aprende cuáles son las extremidades superiores e inferiores.

El Dato
Para solicitar ser parte del proyecto acérquese al Distrito Educativo más cercano a su domicilio.
Silva, es una de las 750 docentes que trabajan en el Servicio de Atención Familiar para la Primera Infancia (Safpi), que promueve el acceso a la educación inicial de niños de 3 y 4 años que, por diversas razones, no han podido ir a la escuela.

En el caso de Mayté, la falta de recursos económicos y problemas de salud hicieron que no continúe en un centro de educación regular.

Modalidad

Las docentes de Safpi desarrollan sus actividades siguiendo el pénsum de la educación inicial 1 y 2, así como su calendario lectivo. La idea es que los niños, al terminar el programa, se incorporen sin dificultad al primer grado.

El programa Safpi se inauguró en noviembre de 2018. La primera promoción, del año lectivo 2018-2019, se graduó el pasado julio.

Enrique Corai, padre de Issac de 5 años, fue uno de los beneficiarios. El venezolano, quien salió hace un poco más de dos años de su país, recuerda que una profesora llegó hasta su domicilio y le habló de la educación domiciliaria.

“Nos aclaró que debía haber un compromiso de la familia, por eso en las clases mi esposa y yo también participábamos”.

Corai dice que guarda fotos de la graduación del pequeño. Isacc es uno de los 16.896 niños de la primera promoción de este proyecto. (AVV)