De lo profano y lo sagrado

EDUARDO VARGAS SALAZAR

La fiesta de la Mama Negra y los latacungueños nos vestiremos de algarabía y la viviremos con devoción y fe por la madre del creador, patrona y abogada de esta pagana celebración que cruzó fronteras y con ello esperamos que la economía de la ciudad mejore, sin embargo, el significado de esta algarabía va en decadencia como los personajes que desfilan por las calles de piedra de nuestra ciudad, puesto que, se ha visto opacado por el exceso de alcohol y con ello las hordas de gente embriagadas, dando como resultado un Sodoma y Gomorra.

Sin embargo, no debería de sorprendernos, puesto que, el latacungueño se ocupa de su terruño una vez al año, siempre y cuando le quede alguito de tiempo y vengan los “panas afuereños” porque, poco o nada damos importancia a la “fiesta de la capitanía” en virtud que siempre es más importante la otra “mama negra”, exacto, la del mes de Noviembre; pero eso sí, la “jocha” de tal o cual personaje, es imperdible, porque habrá “canelasos” pero al momento de la jocha con nuestros compañeros afuereños siempre nos preguntan, ¿Qué es la jocha? y es allí cuando nos quedamos callados o no sabemos cómo explicar que simplemente es el préstamo que se hace a una persona o institución de un donativo o de convertirse en prioste (organizador) de una fiesta y con ello poder apreciar la cultura y el folclor tomando en consideración que es un festejo puramente mestizo y mercedario.

Además, al son del manifiesto !como se goza, Así! o de las innumerables y picarescas coplas que expone el negro loero, personaje del séquito que acompaña a cada uno de los personajes, y es quien ponen la alegría y la nota de humor a la fiesta, viste un traje de vistosos colores, su cara pintada de negro. “Llegan los de Si Se Puede, y yo no se si podrán, ser freno a la corrupción y al carota fastidiar”.