La retirada

PATRICIO CÓRDOVA CEPEDA

Siempre estoy atento a los programas de opinión que se trasmiten a través de los medios de comunicación social, así como a los editoriales de los periódicos y revistas del país. Es triste darnos cuenta que los temas de debate y análisis persisten en el tiempo y son los mismos dilemas de hace cincuenta, cuarenta o treinta años. La diferencia exclusiva está dada forma, con distintos actores pero la misma problemática, antes teníamos tres poderes del Estado y ahora son cinco.

La corrupción, el acaparamiento, la ambición, la falta de definición de políticas públicas, la desconfianza, la inseguridad, son el pan nuestro de cada día, sumado al desempleo, despilfarro, ausencia de servicios básicos. Ahora acrecentado por no existir un programa de gobierno que dé luces sobre el manejo económico y estamos envueltos en broncas internas casi insubsanables, incluso entretenidos por la desaparición de reinados, el matrimonio igualitario, y más asuntos.

En estos días el economista Jorge Rodríguez, miembro de la Comisión Anticorrupción, presentó su renuncia y afirma: ”Avergüenza la comodidad o la indolencia de la mayor parte de ecuatorianos y me obliga a retirarme, constatando que no existe en este momento histórico, la coyuntura para lograr que la ética pública, sea la principal característica que nos permita avanzar en la guerra en contra de la impunidad”.

Palabras duras pero verdaderas, que nos llama a meditar con profundidad y a asumir decisiones en lo personal, ya que en realidad quienes anhelamos un país liberado de infamias, deshonestos y corruptos, llegamos a cansarnos ante lo evidente, la desidia de la mayoría, el poco interés colectivo y ambientes de terror político. Es preferible anunciar la retirada que permanecer en ideales y luchas que lo único que generan son problemas de salud y alejamiento familiar.