Verdades a medias

Kléber Mantilla Cisneros

El reino de la mentira es una matriz que direccionan los políticos con sus decisiones y omisiones; la reproducen al camuflar hechos y tapar nombres cuando la corrupción campea. A las instituciones las vuelven débiles y a los paradigmas morales los entreveran.

Gobierno, políticos y sector privado no responden a plenitud aún sobre la estafa tributaria millonaria al Fisco denunciada en la trama ‘Arroz Verde’. Muy poco sobre el juicio contra la exvicepresidenta Alejandra Vicuña por su supuesta política diezmera, y casi nada de las bofetadas, reclamo y humillación de un ciudadano contra el exasesor presidencial Fernando Alvarado, intermediario y estratega de la campaña propagandística de Correa.

La credibilidad disminuye porque se lanzan cortinas de humo entre ‘post’ verdades y ‘fake news’ que evaden el debate democrático. La autoridad exhibe grupos internacionales anticorrupción con gente vinculada y asesores presidenciales con antecedentes dudosos.

De ahí que Interpol retira de la lista de “difusión roja” al excontralor Carlos Pólit, protagonista central del caso Odebrecht. Asimismo, la Policía destituye un general por mal uso de un helicóptero pero no especifica cómo y cuándo pagará el daño causado. Tristes verdades a medias.

Otro ejemplo: la magnitud de la crisis carcelaria que se pretende esquivar tras la ‘vulgarización’ del debate político en redes sociales y la medida populista, improvisada, errónea y parcial de FF.AA. En los celulares se difunden imágenes de reos asesinados, motines y prisioneros desnutridos mientras la TV informa que los militares vigilan por fuera las cárceles.

Esto en medio de una declaratoria de emergencia, enredada por la disputa de unas 17 bandas delictivas, la sobrepoblación en prisiones y los vacíos de infraestructura. Un sistema penitenciario convertido en bomba de tiempo. Se impone la renovación urgente al castigo y sistema de sanciones. La real rehabilitación social requiere de legislación para entrar al trabajo comunitario. Solo así, las violencias disminuirán en las cárceles y calles. Todo cuando se inaugure la buena educación sin mentiras ni verdades a medias.

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